Greenpeace celebra prohibición de las perforaciones en el océano Ártico

Dic 25, 2016

La ONG considera la decisión una victoria de los más ocho millones de personas que se han unido a la campaña para salvar el Ártico.

Greenpeace celebra la decisión de Barack Obama y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, de retirar permanentemente los permisos para la búsqueda de petróleo y gas en alta mar en gran parte del océano Ártico y en áreas del océano Atlántico. En aguas estadounidenses, se cancelan los planes de búsqueda de gas y petróleo en los mares de Chukchi y de Beaufort.

Para dar este importante paso, el presidente de Estados Unidos aplicó una disposición de una ley de 1953, la” Ley de Plataforma Continental Exterior”, que confiere al presidente la potestad de bloquear de forma indefinida perforaciones petroleras y gasísticas en algunas aguas controladas por el Gobierno federal estadounidense.

Esta ley no permite que la decisión pueda ser revocada por presidentes futuros y, de hecho, ningún presidente lo ha hecho hasta el momento. Si Donald Trump quisiera dar marcha atrás, tendría que tratar que el Congreso aprobase un nuevo proyecto legislativo que, de manera explícita, volviera a poner estas áreas en juego para la perforación de petróleo y gas. Para ello, debería pasar una serie de complicados pasos y en primera instancia superar las tácticas dilatorias del Senado.

Greenpeace considera la decisión una victoria de los más ocho millones de personas que se han unido a la campaña para salvar el Ártico, #SalvaelÁrtico, que reclamaban el fin de las prospecciones petrolíferas en la zona. No obstante, cabe destacar que aún quedan aguas árticas dentro de las zonas económicas exclusivas de Noruega o Rusia que tienen licencias de exploración y explotación concedidas a varias multinacionales del petróleo y el gas.

Esta noticia se produce cuando acaba de reconocerse 2016 como el año más caluroso desde que se tienen datos, y también en el marco de la entrada en vigor el pasado mes de noviembre del Acuerdo de París, que destaca el fin de la era de la combustibles fósiles. Las regiones polares son las que más sufren el aumento rápido e intenso de temperatura y resulta vital para mitigar el cambio climático no extraer ni quemar más combustibles fósiles.

No obstante, Greenpeace recuerda que un plan ambicioso como el acordado por Estados Unidos y Canadá requiere continuidad y firmeza para superar la peligrosa brecha que existe entre la reducción de emisiones necesaria para no superar el 1,5º C y los compromisos asumidos hasta el momento por los países.

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