(La Nueva España) Las pesquerías europeas se enfrentan a una situación insostenible: las diversas poblaciones de peces se han visto diezmadas a una fracción de su tamaño original, y prueba de esto, en Asturias (España), son las cada vez más escasas capturas de sardina y calamar. Ante esta situación, la organización ecologista Greenpeace elaboró un informe -«Empleo a bordo»- en el que defiende un modelo pesquero sostenible. Entre otras medidas, el colectivo propone bien la reducción y posterior eliminación de la flota de arrastre hasta su desaparición en 2023, bien la reconversión de la misma en otros tipos de pesca más selectivos.
Greenpeace ofrece ocho puntos de trabajo a seguir en los próximos diez años que, a su modo de ver, supondrían un aumento de la producción económica de EUR$4.000 millones y la creación en España de más de 60.100 empleos con mares mejor conservados y ricos en recursos. El modelo pesquero 100% sostenible propuesto por Greenpeace se basa en «la aplicación correcta» de todos los criterios aprobados en el nuevo Reglamento de la Política Pesquera Común (PPC) en el periodo 2014-2024 a los que tan solo, precisan desde el colectivo, habría que añadir alguna medida más.
La aplicación de este modelo propuesto por la organización ecologista daría como resultado «la fijación de población en las zonas rurales costeras, beneficiaría a colectivos con dificultades de acceso al empleo, como los jóvenes y las mujeres, y abriría nuevas oportunidades de negocio como la pesca turística».
Greenpeace propone una serie de líneas maestras que se detallan a continuación en defensa de un modelo de gestión pesquera sostenible.
Apoyos
La organización propone reforzar la rentabilidad económica y ambiental de las explotaciones a través de la recuperación del recursos pesqueros en la zona del litoral y la reducción de algunos costos variables, como el del combustible. El colectivo potencia también la diversificación de las fuentes de ingresos de las comunidades pesqueras con un mayor desarrollo del turismo pesquero sostenible y de las actividades de formación y ocio ligadas a este tipo de turismo. Sugiere, por ejemplo, impulsar un etiquetado especial para el pescado procedente de la pesca artesanal y sostenible, asesorar sobre medidas de eficiencia energética a la flota o fomentar el turismo pesquero mediante planes de apoyo estructurados.
Artes de pesca
Un modelo de pesca sostenible no puede albergar prácticas pesqueras destructivas y poco selectivas como ciertos tipos de cerco y la pesca de arrastre (esta última representa el 11% de la flota), a juicio de los responsables de Greenpeace. Por este motivo, el colectivo propone la reducción y posterior eliminación progresiva de la flota de arrastre hasta su desaparición en 2023. Propone, no obstante, reconvertir esta flota y dirigirla a otros tipos de pesca más selectivos.
Reservas marinas
Las actuaciones del modelo pesquero propuesto por Greenpeace se centran en una propuesta de ampliación de la red de Reservas Marinas con la consolidación de 49 nuevos espacios de este tipo hasta alcanzar, como mínimo, el 10% de la superficie marina del país; y en el desarrollo de actividades turistas sostenibles vinculadas al sector. En Avilés está pendiente de protección a día de hoy el cañón, una gran sima abisal a pocas millas de la costa.
Pesca de altura
Greenpeace defiende limitar el número de embarcaciones de altura y gran altura, según el Rendimiento Máximo Sostenibles (RMS) de las especies objetivos, entre otras medidas.
Acuicultura
«La acuicultura, contrariamente a lo que se cree, no es la solución a la sobreexplotación de los océanos ni al hambre en el mundo», sentencian los responsables de la organización ecologista en el informe «Empleo a bordo». Greenpeace plantea, en este sentido, limitar las nuevas explotaciones de acuicultura marina, tanto de cultivo de peces como el de bivalvos.
Consumidores
Los socios de Greenpeace creen que el fomento de la pesca sostenible debe ir acompañado de una labor de información adecuada de los beneficios sociales y ambientales de dicho tipo de pesquería. Plantean, en este sentido, fomentar la «compra responsable» de pescado y productos del mar y sacar al mercado de sello de identificación de pesca sostenible.
Cuotas
Greenpeace recomienda realizar una valoración adecuada de los Rendimientos Máximos Sostenibles en las pesquerías del litoral, realizar estudios de las causas de las variaciones anuales y mejorar el control del cumplimiento de las cuotas en los puertos.
Contaminación
La organización ecologista es clara, en este punto. Proponen el «cumplimiento de la normativa referida al tratamiento correcto de las aguas residuales». Otras medidas destinadas a controlar la contaminación costera por otro tipo de vertidos, como los industriales, influirían positivamente en la gestión pesquera, a juicio de Greenpeace.
La asociación considera, en cualquier caso, que la aplicación de un modelo pesquero sostenible «generará resultados muy positivos en términos económicos, sociales y ambientales». El presupuesto necesario estimado para sacar adelante este plan con vigencia hasta 2024 sería de EUR$2.725 millones, según cálculos efectuados por responsables de la organización ecologista hechos públicos en el informe «Empleo a bordo».