(El Mercurio) Pese al ruido generado por las diferencias con accionistas minoritarios de la naviera, el grupo Urenda finalmente selló la venta del negocio de contenedores de la Compañía Chilena de Navegación Interoceánica (CCNI) a la firma alemana Hamburg Süd.
Este lunes, a través de un hecho esencial enviado a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS), CCNI informó que este 14 de febrero se suscribió el acuerdo de compra de activos que materializa la operación entre ambas sociedades, en las condiciones previas indicadas a la SVS. De esta forma, la transacción bordearía los US$ 160 millones, tal como lo informó la naviera nacional en julio de 2014.
CCNI añadió que el cierre de la transacción será el 17 de marzo de 2015, plazo que considera la aprobación por parte de la Fiscalía Nacional Económica (FNE). El análisis por parte de esta última entidad se encuentra en su fase final.
La transacción derivará, además, en el término anticipado del contrato de servicios de agenciamiento vigente desde el 10 de marzo de 1997, suscrito por CCNI y Agencias Universales (Agunsa), firma también ligada al grupo Urenda.
Por lo anterior, CCNI se comprometió a pagar cerca de US$ 40 millones a Agunsa.
Hamburg Süd figura actualmente en el undécimo puesto del mercado naviero global según un ranking de la consultora Alphaliner, con un total de 533.706 teus de capacidad (un teu equivale a un contenedor de 20 pies). Con la adquisición de la naviera chilena, la compañía germana podría saltar al décimo puesto de dicho listado, integrándose a las top ten del mercado naviero mundial.
Hasta el lunes, CCNI figuraba en el lugar 35 del ranking de Alphaliner con cerca de 38 mil teus.
La compra por parte de la empresa alemana comprende la adquisición de todos los negocios de transporte marítimo de contenedores, la marca, el logo y nombre de CCNI. También el parque de contenedores –unos 100 mil entre propios y arrendados–, los contratos de carga, agenciamiento y de fletamento por tiempo de naves.
Hamburg Süd, asimismo, subarrendará al grupo Urenda cuatro naves de nueve mil teus que están en construcción en un astillero filipino, por un lapso de doce años. De esta forma, la familia chilena se queda con la propiedad de esas naves y el 50% de otros tres buques de 3.100 teus.
La firma alemana absorbería el personal de CCNI, incluyendo las gerencias, lo que involucra a cerca de 220 personas.
Una vez materializada la operación, la empresa chilena reconocería utilidades financieras del orden de US$ 85 millones.
Esta operación no implica que el grupo Urenda se retire del negocio marítimo, sino que solo dejará de operar en el ámbito internacional de contenedores. Continuará en las áreas de negocios «armatorial»; esto es, arrendando a terceros naves de su propiedad, y seguirá explotando el transporte marítimo de carga no contenedorizada y de automóviles ( car carriers ), según afirmaron hace unos meses integrantes de la familia.
Navieras top ten concentran 65% de capacidad de carga
Las diez principales navieras del mundo suman en conjunto una capacidad de transporte de carga de 12,4 millones de teus –un teu equivale a un contenedor de 20 pies–, cifra que corresponde al 65% del total del sector a nivel mundial, que llega a unos 19 millones de teus, según datos de la consultora Alphaliner.
Las diez mayores firmas tienen el 43% de los 5.971 barcos activos -propios y arrendados- que operan actualmente en la industria.
En el primer lugar del ranking aparece la naviera de origen danés Maersk, que registra el 15,6% de la capacidad de carga. Más atrás, en el cuarto puesto, está la firma alemana Hapag-Lloyd, ligada al grupo Luksic a través de Vapores, que es el principal accionista de la compañía germana. Hamburg Süd asoma en el undécimo lugar, pero tras la compra de CCNI, desplazaría de la décima ubicación a APL, empresa de capitales singapurenses.