(Estrategia) La salmonicultora de la familia Montanari, Invermar, está en una compleja situación financiera. Es que si ya venía con una crisis, la exigencia del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) de que coseche anticipadamente o elimine totalmente el centro Traiguén I, ubicado en la Región de Los Lagos producto de la detección de un brote de virus ISA, vino a profundizarla y amenazaría sus operaciones.
De hecho, Invermar estima que de aplicarse esta resolución por parte de la autoridad, durante el segundo semestre de este año registrará menores ingresos por US$17,7 millones. El cálculo se hace sobre la base de una proyección original de ventas por US$22,8 millones versus lo vaticinado producto de la cosecha anticipada donde se espera recaudar US$5,1 millones.
Así las cosas, la firma anticipa una cosecha WFE para 2014 en 16.500 toneladas, todas estas correspondientes a la especie salmón Atlántico. De todos modos, la compañía estaría analizando los pasos legales a seguir, con el fin de impugnar la decisión del Sernapesca.
Fuentes de la industria aseguran que con este escenario, los resultados de Invermar para 2014 se verán bastante afectados, por lo que requerirá de un socio controlador en el mediano plazo si es que pretende continuar en solvencia financiera. En 2013, la canadiense Cupquelan estuvo a punto de tomar las riendas de la salmonicultora nacional, pero el proceso fracasó luego de varios meses de negociación.