Investigadores analizan la relación de la salmonicultura con la comunidad

Ago 26, 2015

Expertos con grado académico de doctor dan cuenta de la necesidad de una mayor relación de la industria con las comunidades y de un mayor análisis de sus posibles impactos en el medio ambiente.

Este miércoles 26 de agosto, la Universidad de Los Lagos (ULagos), sede Puerto Montt (Región de Los Lagos), efectuó el seminario denominado “Investigación científica y desarrollo regional”, oportunidad de conversación y reflexión donde una serie de investigadores con grado académico de doctor se refirieron a los resultados de sus investigaciones centradas en la industria del salmón y su relación con la comunidad y el medio ambiente.

Beatriz BustosLa primera de ellas fue Beatriz Bustos, quien se refirió a los resultados que arrojó su investigación «La Región de Los Lagos post crisis del virus ISA, desafíos del desarrollo territorial» (Proyecto Fondecyt 1121451). Entre sus conclusiones, Bustos expresó que la crisis del virus ISA «no produjo un cambio para las comunidades rurales locales», sin embargo, «las transformaciones productivas en la industria del salmón, como los descansos sanitarios, sí generaron nuevos ritmos y vínculos a nivel local», apuntando a la movilidad laboral que ha provocado el nuevo modelo productivo y los consecuentes nuevos tipos de empleo.

Asimismo, la investigación que se efectuó en seis comunas de Los Lagos arrojó que, desde la perspectiva de las comunidades rurales, «las empresas ocupan a estas como lugares de paso”» Asimismo, y en general, la única interacción que existe entre las empresas y las comunidades es cuando las primeras «contratan servicios de aseo y guardias. Incluso, los buzos locales se han ido dejando de contratar».

Finalmente, la investigadora aseveró que la industria no se ha preocupado de generar espacios físicos de interacción con la comunidad, «siendo las plantas de procesamiento el único punto de relación».

Álvaro RománEn el mismo ámbito, el investigador de la Universidad Católica de Chile, Álvaro Román, se refirió a «Planificando una monocultura: Actores y transformaciones territoriales en Chiloé frente al desarrollo de la salmonicultura» (Fondecyt 1100519). En su análisis, Román analizó las precarias condiciones de vida que ha tenido la isla de Chiloé, situación que comenzó a cambiar positivamente con el arribo de la producción de peces. No obstante, el investigador concluyó que «el desarrollo de la zona no ha sido planificado y por ello muchas zonas siguen sin tener acceso a servicios básicos como agua potable», agregando que el avance observado «no solo se explica por la salmonicultura. El Estado ha sido clave en la construcción de, por ejemplo, viviendas y caminos y/o potenciando y protegiendo a la actividad luego de la crisis».

De todas formas, Román llamó a la comunidad a visitar y entregar información respecto de Chiloé en el sitio www.investigandochiloe.cl

Visión ambiental

Edwin NiklitschekPor su parte, el investigador del Centro i-mar de la ULagos, Edwin Niklitschek, expuso sobre los «Desafíos ambientales de la expansión territorial de la industria del salmón», reconociendo que la actividad se ha visto obligada a crecer al sur de Quellón y que si bien en 2012 tenía cerca de 220 centros de cultivo operando, «el potencial de crecimiento de la actividad en Aysén es de 2.800 centros». Con estos números en mente, el investigador analizó diferentes impactos ambientales que tiene la actividad y que podría llegar a generar en el caso de alcanzar su potencial.

Es así como se calcula que la producción de 2012 impactó ambientalmente a 1.300 hectáreas, mientras que la capacidad potencial hubiera llegado a 6.200 hectáreas. En el primero de los casos, «significa que la actividad ha impacto entre el 1% y 5% del borde costero de Aysén. ¿Pero qué calidad tienen esas áreas?», se preguntó Niklitschek dejando en claro que todavía existen múltiples interrogantes por resolver.

De igual forma, el investigador expuso que en 2012 la industria descargó 170.000 toneladas de nitrógeno al medio marino y 10.000 toneladas de fósforo. «Hoy no sabemos el impacto que podría tener esto», enfatizó.

Asimismo, Niklitschek se preguntó por el potencial impacto de los escapes de peces, más aún si se considera que «por cada tonelada cosechada se escapan entre 5 y 6 peces, lo que significa unos 4,4 millones de peces por año», agregando que el potencial de depredación de la mencionada biomasa puede alcanzar a las 11.300 toneladas, «dos o tres veces más de lo que capturan los pescadores artesanales».

Hacia el futuro, el investigador del i-mar llamó a las autoridades, empresas e investigadores a trabajar en conjunto para mejorar las tecnologías, conocimientos y regulaciones de forma que se puedan reducir los impactos actuales y futuros que la industria pueda tener sobre el medio ambiente.

Francisco Ther.Por su parte, el también investigador de la ULagos, Francisco Ther, se refirió a «las sociedades litorales como sistemas de prácticas y sabes locales y científicos: Aportes para un desarrollo y gestión litoral en la macro zona sur austral de Chile», trabajo que dio vida al Programa Atlas (Fondecyt 1080665 y Fondef D08I1107) y que se puede conocer en mayor profundidad en el sitio web www.chilelitoral.ulagos.cl.

Finalmente, en la reunión estuvo presente el director de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt), Christian Nicolai, quien analizó el «Rol y desafíos de Conicyt en la formación de capital humano avanzado y en la promoción, fortalecimiento y difusión de la ciencia y la tecnología del país».

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