El Tratado Antártico en sus más de 50 años de vigencia ha sido complementado por una serie de acuerdos, entre los que se encuentra la Comisión para la Conservación para los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCAMLR, por sus siglas en inglés), nacido por la preocupación de la creciente y descontrolada extracción de especies antárticas, principalmente krill; hecho que podría ocasionar daños irreversibles en las poblaciones de otras especies del ecosistema, como aves marinas, pinnípedos, ballenas y peces.
Es así que entre el 9 y 23 de diciembre de 2015, el OPV 83 «Marinero Fuentealba» de la Armada de Chile llevó a cabo su segunda operación en aguas antárticas.
De acuerdo con lo informado por la institución naval, bajo el nombre de «AKCOLAI II» se desarrolló la operación de Control del Tráfico Marítimo y Fiscalización Pesquera en aguas antárticas en el área CCAMLR, «con el objetivo de dar cumplimiento a los compromisos contraídos por el Estado de Chile como miembro signatario del Tratado Antártico, desde su firma en Washington el año 1959».
De igual manera, sostuvo que la inspección de buques pesqueros autorizados a efectuar faenas en esta área, «contribuyen a promover las buenas prácticas, asegurando el cumplimiento de las medidas de conservación establecidas en dicha comisión internacional, siendo obligación de los países miembros tener la capacidad de cumplir y hacer cumplir el tratado, de ahí nace la importante labor realizada por el OPV ‘Fuentealba’, efectuando la visita y registro de dos dos naves pesqueras de bandera noruega, el ‘Antartic Sea’ y ‘Saga Sea’, los cuales se encontraba realizando faenas extractivas de krill en el área CCAMLR 48.1, en el estrecho Garlache».
La detección oportuna de dichas embarcaciones se logró gracias al apoyo de la exploración realizada por el avión naval 404 (P-3 Orión), «el cual mantuvo el panorama de superficie actualizado para lograr el éxito de la misión», subrayó la entidad militar, añadiendo que ambos pesqueros fueron registrados por dos oficiales de la unidad, quienes se encuentran acreditados en el registro de la comisión CCAMLR en Hobert, Australia.
Además del patrullaje de casi dos semanas, la Armada efectuó tareas de mantenimiento a la señalización marítima de balizas ubicadas en las islas Shetland y Piloto Pardo; brindando a su vez apoyo logístico a las bases Arturo Prat y Gabriel González Videla, contribuyendo de esta forma a la labor que realizan las bases chilenas en el territorio Antártico.
«De esta forma el OPV 83 ‘Marinero Fuentealba’ logró demostrar las nuevas capacidades que posee la institución para supervigilar este inhóspito lugar del planeta, reafirmando su compromiso permanente de seguir manteniendo la presencia institucional en los rincones más alejados de nuestro país, brindando apoyo a la seguridad en la navegación y velando por el correcto uso de nuestros mares y compromisos internacionales», concluyó la Armada.