De acuerdo con las investigaciones del Instituto de Fomento Pesquero (IFOP) las aguas de la corriente de Humboldt, desde la península de Mejillones hasta el extremo norte del país, y en la región del Biobío, han sido identificadas como puntos con una alta concentración de embarcaciones, particularmente de flotas pesqueras artesanales e industriales, donde las actividades humanas interactúan con la vida marina.
En este sentido, “las flotas acuícolas en la costa oriental de la isla grande de Chiloé y otras áreas han registrado interacciones con delfines australes y chilenos. Mientras que, en la Patagonia norte, especialmente en las aguas alrededor de Chiloé, se ha destacado la necesidad de atender la alta probabilidad de encuentro entre ballenas azules y embarcaciones, dada la preferencia de la flota acuícola en la región”, comentaron desde el Instituto.
La Ley 20.625 o Ley del Descarte implementada el año 2012, definió la pesca incidental como “aquella conformada por especies que no son parte de la fauna acompañante y que está constituida por reptiles marinos, aves marinas y mamíferos marinos”. Es importante destacar que no solo los mamíferos marinos pueden ser afectados por las interacciones, en algunos casos estas pueden causar importantes daños a la pesca y a las artes de pesca”.
Lobo marino
Pero un aspecto relevante es la evaluación respecto de la interacción de mamíferos marinos donde con información desde 2015 al 2022, indica que la principal interacción se produce con el lobo marino común (otáridos).
Consultados sobre cuál es el análisis respecto a sistemas de disuasión de mamíferos marinos, desde el IFOP sostuvieron que “los dispositivos acústicos de disuasión más conocidos como ‘pingers’ han resultado ser más efectivos en reducir la captura incidental de cetáceos en la mayoría de los casos internacionales. Estos resultados fueron presentados en los Informes Finales del Programa de Seguimiento de las Principales Pesquerías Nacionales. Pesquería Recursos Altamente Migratorios. Enfoque Ecosistémico año 2021 y 2022”.
No obstante, la experimentación con “pingers” demostró que estos no tuvieron un efecto significativo sobre los rendimientos de la pesca objetivo, pero no fueron concluyentes para la captura incidental. Aun así, el uso de estos dispositivos no aumentó la captura incidental de cetáceos menores. “Por otro lado, las luces LED son otra potencial medida de mitigación como dispositivo de disuasión visual para múltiples grupos taxonómicos. A pesar de que las luces LED no han sido probadas particularmente para mamíferos marinos en Chile, tienen el potencial de ser efectivos en este taxon. En el caso de centros de cultivo de peces y con el objetivo de disuadir a los lobos marinos, han probado sistemas de sonidos que emiten frecuencias similares a las orcas, sin embargo, luego de un tiempo, reconocen que no es real”, sostuvieron desde el IFOP.
Sistemas acústicos
Dentro de las alternativas para sistemas de disuasión, el socio y director de Acuasesorías, Marcelo Campos, y el abogado jefe del Área Jurídica de Acuasesorías, Juan Francisco Toro, sostienen que en cuanto a productos específicos “nuestra relación con los disuasivos, especialmente acústicos, está más bien encaminada al asesoramiento de empresas comercializadoras de estas tecnologías y su implementación en el mercado nacional”.
“Existe normativa específica que deben cumplir aquellas empresas que buscan introducir dicha tecnología a la industria acuicultora nacional, con un fuerte énfasis en cumplir parámetros internacionales para posteriores certificaciones. Como es el caso del cumplimiento de la Ley de Protección de los Mamíferos Acuáticos de Estados Unidos”, remarcan desde Aquasesorías, añadiendo que, “no olvidemos que nuestra legislación establece un criterio precautorio sobre la materia, y es por dicha razón que debemos ser especialmente cuidadosos en el entorno donde podrán utilizarse”.
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Fotografías: Aquasesorías