Debido a los pronósticos meteorológicos para los próximos días, y al desplazamiento de la pluma de cenizas tras la erupción del volcán Calbuco, desde la Asociación Gremial de Mitilicultores de Chile A.G. (AmiChile) evaluaron el impacto que podría generar en el área de la mitilicultura, acotando asimismo la situación de alerta permanente en la que se encuentran ante la evolución asociada al macizo.
Yohana González comentó que «en lo inmediato, no se evidencia un efecto significativo en los centros semilleros y de engorda de mejillón, pero es imprescindible que se mantengan expeditas las carreteras, para permitir que las empresas continúen retirando los colectores con semilla desde Cochamó y Hornopirén, y así evitar efectos mayores en términos económicos, y sobre todo, tratar de disuadir que la industria se resienta nuevamente por falta de abastecimiento de semillas obtenidas desde esta zona geográfica».
Precaución
Variaciones en la dirección del viento y precipitaciones son escenarios que podrían provocar aumentos en los caudales y la concentración del material particulado en el agua. Podrían cambiar también las condiciones oceanográficas del sector, como es la salinidad, pH, oxígeno disuelto, nutrientes, fitoplancton, entre otros.
En ese sentido, adujo Yohana González, «algunos de nuestros asociados que tienen producción en las cercanías de los sectores afectados, nos informan que la mayor turbidez en el agua (producto de las cenizas) se observa hasta la altura de Cochamó, sin embargo, desde Punta Iglesia hasta la desembocadura del estuario (de Reloncaví) la situación se encuentra relativamente normal».
Los cambios ambientales abruptos pueden generar impactos negativos en los procesos productivos de la zona, como son las semillas y engorda de mejillón, y no es menos preocupante el impacto que pudieran tener sobre los bancos naturales.
Cabe recordar que una de las presunciones que se propuso para explicar la crisis de semilla el año 2012 fue la erupción del volcán Chaitén, hipótesis que no se pudo poner a prueba debido a la falta de información ambiental y oceanográfica previa a la erupción. En esta ocasión, se podría contar con mayor información preliminar, ya que el área afectada ha sido sujeta de estudio por diferentes entidades público-privadas como el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP), Universidad Austral de Chile (UACh), Universidad de Concepción (UdeC), Fundación Chinquihue, entre otros, organismos con el cual el Instituto Tecnológico de la Mitilicultura (Intemit) ha tomado contacto para brindar apoyo logístico a los investigadores y mantener los monitoreos en la zona.
En esta línea, la representante gremial sostuvo que «por nuestra parte, a través del Intemit y el proyecto Innova Corfo 13BPC3-19145, disponemos de un sistema de monitoreo ambiental que registra cada 15 minutos las fluctuaciones de salinidad, temperatura, oxígeno disuelto, clorofila y nutrientes en el mar interior de Chiloé. Monitoreos que son de gran importancia para registrar cambios de impactos locales (ejemplo: erupciones, sismos) o globales (cambio climático global) y que esperamos mantener en el tiempo, de forma permanente, para entender la variabilidad ambiental y su impacto sobre nuestra actividad productiva», finalizó la gerente de la AmiChile.