Como muchas mujeres de la pesca artesanal, Marta San Martín Cabrera creció al borde del mar. Como hija de pescador, ha incursionado en casi todo el quehacer que se desarrolla en las caletas con esfuerzo y éxito, siendo hoy día presidenta del Área de Manejo de Caleta Tumbes (región del Biobío), donde cultivan algas, locos y machas; presidenta de la AG en la Administración del Muelle Tumbes y presidenta del Sindicato de Buzos Mariscadores de Caleta Cantera, siendo la única mujer que ostenta este cargo en una organización mayoritariamente integrada por hombres.
«Solo me falta salir a la pesca de la sardina y la anchoveta, pero los hombres no me dejan, aunque yo me siento capaz de ejercer la extracción igual que ellos», comienza diciendo Marta San Martín para recalcar que las mujeres no son considerabas como debe ser en este rubro altamente masculinizado, a pesar de cumplir roles de suma importancia.
«Las mujeres estamos capacitadas y tenemos la fuerza y la energía para hacer todo tipo de trabajo. En mi caso, como en el de muchas colegas, no solo somos capaces de cultivar y extraer algas, ser encarnadoras, ahumadoras o vendedoras», afirma la presidenta del Área de Manejo de Caleta Tumbes, agregando que «somos el puntal del hombre de mar, por lo que debemos ser reconocidas dentro de este sector económico nacional, porque somos un aporte importante y nos sentimos orgullosas y dignas de aquello».
Para Marta San Martín, esta falta de reconocimiento de las labores femeninas en la pesca artesanal radica en el prejuicio de que la mayoría de las mujeres participan en tareas complementarias desde el borde costero, apoyando como ahumadoras, recolectoras, asistentes de buzo y algueras, lo cual invisibiliza su trabajo individual y esfuerzo frente a las labores productivas de los hombres.
«Todos nos ven como apoyo del pescador y la verdad es que lo somos, pero también trabajamos de forma individual y colectiva en un espacio maravilloso. Soy feliz y plena como esposa, madre –dos hijos profesionales universitarios–, hermana y tía», expresa Marta San Martín. A lo que añade: «En mi familia hemos salido adelante porque la visión de dotar a nuestros hijos con herramientas profesionales para que tengan una vida mejor lo llevamos en la piel».
La mujer en dirigencia
Más al norte, desde la comuna de Navidad (región de O´Higgins), Cecilia Masferrer, presidenta de la Federación de Pescadores Artesanales de Navidad, manifiesta que “actualmente el rol de la mujer se ha ido incorporando en el mundo de la pesca artesanal en forma muy fuerte y en todos los ámbitos. Hoy podemos ver presencia de mujeres en labores de extracción, pero también en la parte administrativa, de procesamiento, elaboración y, por supuesto, en dirigencia”.
Cecilia Masferrer destaca el hecho de que, en el último tiempo, la mujer ha sido reconocida e incluida en posiciones de liderazgo, subrayando que “se ha aceptado mucho el rol de la mujer en puestos importantes de dirigencia, porque tenemos la cualidad de ser buenas administradoras. Somos ejecutivas, rápidas y ordenadas y buscamos resultados concretos y a corto plazo”.
Sin embargo, la también presidenta de la empresa Algueros de Navidad reconoce que aún quedan desafíos pendientes, sobre todo, con respecto a la inclusión de las mujeres en tareas de extracción, terreno históricamente masculino. “El que no se esté valorando la posibilidad de la incorporación de las mujeres en lo que es extracción y pesquería es lamentable. Hablo de las mujeres que bucean y que pescan, ya que no se valora su esfuerzo ni su trabajo, cosa que no pasa en la actividad de las mujeres algueras, que es histórica”, comenta.
Cecilia Masferrer adiciona que “hay que avanzar en temas de aceptación y en que la toma de decisiones no recaiga exclusivamente en los hombres. La mujer es tan productiva como ellos y, además, nosotras trabajamos siempre con un fin de familia, lo cual es muy importante”.
Avanzando en equidad de género
Desde Caleta Estaquilla (región de Los Lagos), en tanto, Eugenia Godoy, dirigente de la Federación de Pescadores de Estaquilla y extractora de luga en la zona, explica que su trabajo, y el de muchas mujeres, consiste en ayudar desde la playa y realizar labores posteriores cuando llegan los productos capturados por los hombres. Sin embargo, es un trabajo altamente gratificante y nunca se ha sentido menos que ellos.
«Donde yo trabajo nunca he sentido despreciado mi trabajo por parte de los compañeros hombres. Mis labores son bastante reconocidas», comenta Eugenia Godoy, añadiendo que «aquí en el sur la mujer pescadora artesanal es bastante escuchada y valorada, cosa que no veo en el norte del país. Una vez tuve la oportunidad de compartir con pescadoras del norte y ellas no eran muy reconocidas, pero en el sur ese no es un problema».
Es así como el trabajo de la mujer se ha abierto camino dentro de la pesca artesanal, contando cada vez con mayor participación e impacto en la evolución de estas actividades. Lo cierto es que aún quedan materias pendientes en cuanto a inclusión y equidad de género para poder seguir abriendo este importante sector económico a las mujeres. Por eso, durante este 8 de marzo, las pescadoras artesanales invitan a seguir avanzando en temas de igualdad y reconocimiento.
«En los últimos dos o tres años, la mujer está siendo más considerada gracias a los movimientos feministas. Si bien valoro eso, yo no lo siento del todo así. Esto no es una competencia, porque tanto el hombre como la mujer tienen sus espacios, lo que lamentamos es que, en materia salarial, a igual cargo y labores, ellos son mejor pagados, pero llegará un momento en que seremos iguales», enfatiza Marta San Martín, que agrega que «en este 8 de marzo quiero saludar a todas las mujeres de mi país. Siento que este año en que la vida nos ha golpeado fuerte con el Covid-19, debemos ser más valientes aún, respetarnos y exigir que todos cumplan las medidas sanitarias, además de exigir la vacunación que, para nosotros, sería más favorable si llegaran a inocularnos aquí en Tumbes».
Finalmente, Cecilia Masferrer opina que «las y los jóvenes aceptan el hecho de que las mujeres se desempeñen en diferentes roles, pero las generaciones antiguas no y por eso el mundo pesquero es muy machista y, generalmente, no aceptan a las mujeres jóvenes trabajando en el rubro. Por eso nosotras tenemos que seguir caminando con fuerza y energía y prepararnos para los nuevos desafíos. Con preparación y aprendizaje les abriremos el camino a las generaciones futuras para entrar en este importante sector económico. Un gran abrazo a todas para este Día de la Mujer».
*La foto destacada es de contexto y corresponde a archivo de la Subpesca.