Noruega: Cermaq avanza en la implementación de su proyecto “iFarm”

Sep 24, 2020

De acuerdo con lo descrito, si el proyecto tiene éxito, representará un salto en la capacidad de asegurar el bienestar de los peces y mejorar el rendimiento y las prácticas acuícolas en general.

Este miércoles 23 de septiembre, Cermaq (Noruega) celebró que los primeros peces ya fueron transferidos al proyecto iFarm, en el cual viene trabajando desde un buen tiempo. iFarm es una tecnología que se basa en el reconocimiento e identificación de imágenes de cada salmón de manera individual y el seguimiento de cada pez, pudiendo ser estos separados para la aplicación de un tratamiento. Al mismo tiempo, la necesidad de manipular los peces se reduce significativamente, mejorando así la salud y el bienestar de los ejemplares.

Según lo explicado, mediante el uso de inteligencia artificial y aprendizaje automático, Cermaq podrá identificar cada pez en una jaula, lo que permitirá intervenciones de salud específicas si es necesario y registros de salud individualizados para cada pez individual. El proyecto, de cinco años, es el primero de su tipo y permitirá un enfoque de peces individualizado para el cultivo de salmón.

En diciembre pasado, Cermaq Noruega recibió cuatro licencias de desarrollo para iFarm y el trabajo de preparación comenzó en enero. Desde entonces, gracias a los esfuerzos y el apoyo de muchas personas en Cermaq, BioSort, el desarrollador de la tecnología, y ScaleAQ, que ha apoyado la entrega del sistema, los diversos componentes de iFarm están tomando forma y ya se ha podido instalar el sistema.

La semana pasada, el proyecto marcó un gran hito cuando se transfirieron los primeros smolt a los corrales iFarm. “Esta es una fase muy emocionante e importante del proyecto; ahora veremos cómo se comportan los peces en el entorno de iFarm real y si nuestro modelo y los resultados previstos de comportamiento son precisos”, expresó Karl Fredrik Ottem, gerente de Proyectos de Cermaq para iFarm.

En iFarm, los peces se mantienen ubicados en un nivel más bajo mediante el uso de un techo de red. Cuando los peces suben a la superficie para rellenar sus vejigas de aire, son guiados a través de un portal o cámara, donde un sensor puede escanear, reconocer y registrar rápidamente datos sobre ese pez específico, utilizando datos de reconocimiento basados ​​en las marcas y estructura únicas de cada ejemplar.

“Un prototipo del sensor en sí no estará listo hasta noviembre, lo que permitirá que los peces se acostumbren a su nuevo entorno durante las próximas ocho semanas. Hasta entonces, dedicaremos un tiempo a observar el comportamiento de los peces en la jaula, cómo se mueven y cómo comen, para que podamos hacer cualquier ajuste antes de instalar el sensor. Además, este tiempo nos permitirá desarrollar e implementar buenas prácticas operativas, ya que se trata de una nueva instalación acuícola, a la cual, por supuesto, tendremos que adaptarnos”, agregó Ottem.

De acuerdo con lo descrito, si el proyecto tiene éxito, representará un salto en la capacidad de asegurar el bienestar de los peces y mejorar el rendimiento y las prácticas acuícolas en general.

 

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