(Lainformacion.com) Oceana pidió a la Unión Europea (UE) que esta semana anuncie medidas de urgencia concretas para resolver la grave situación de sobrepesca que amenaza el futuro del Mediterráneo.
Según la entidad, la UE ha sobrepescado el 96% de los stocks evaluados que explota en exclusiva, en algún caso hasta 14 veces por encima de los niveles sostenibles. Así, Oceana ha pedido «acciones inmediatas», incluyendo cierres de emergencia en stocks donde la mortalidad por pesca sea tan elevada que a corto plazo no puedan recuperarse, como es el caso de la merluza.
«No deseamos que el Mare Nostrum se convierta en un Mare Mortuum», ha dicho Lasse Gustavsson, director ejecutivo de Oceana en Europa. «La Comisión Europea y los Estados Miembros deben y pueden actuar ahora para acabar con la sobrepesca en 2020. Si no, solo quedará la opción de cerrar las pesquerías del Mediterráneo para salvar los recursos marinos y cumplir la ley», ha insistido.
Según los ecologistas, mientras que los stocks gestionados por la UE en el Atlántico han mostrado signos de recuperación en los últimos diez años, gracias a las recomendaciones científicas y la reducción de las capturas, «el Mediterráneo ha ido de mal en peor». Importantes stocks de la UE, como el rape negro, la bacaladilla y el salmonete se pescan en algunas zonas hasta diez veces más que lo considerado sostenible, han denunciado.
La merluza del Mediterráneo padece el estado de sobreexplotación más alarmante que se ha registrado nunca, con una sobrepesca hasta 14 veces por encima de niveles sostenibles en el Golfo de León. Así, Oceana ha advertido que la salud de los stocks pesqueros está empeorando y disminuye su capacidad de recuperarse. Asimismo, la sobrepesca será ilegal en aguas de la UE después de 2020, de acuerdo con la Política Pesquera Común. Por ello, son necesarias medidas con base científica que eviten tener que cerrar pesquerías en 2019.
Hasta la fecha, en las aguas de la UE en el Mediterráneo no se han establecido medidas realmente efectivas contra la sobrepesca. Los políticos comunitarios deben reaccionar ahora para asegurar la conservación marina y el modo de vida de las poblaciones costeras de la zona.