Se encuentra en su trámite final en el Congreso Nacional un proyecto de ley que busca regular de mejor forma a la industria del salmón en dos ámbitos clave: la transparencia y la prevención de escapes de salmones.
Este proyecto es fruto de una tramitación de más de cuatro años, en la que participaron múltiples actores, y que contó con amplio sustento técnico, todo lo cual le permitió avanzar considerando las propuestas e intereses de la pesca artesanal, los gremios salmoneros, las organizaciones de la sociedad civil, y el Estado, representado por la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura del Gobierno anterior. Prueba de ello, es la aprobación unánime que tuvo en el Senado.
Hoy, el proyecto ha vuelto a la Comisión de Pesca y Acuicultura de la Cámara de Diputadas y Diputados, la cual se encuentra revisando las modificaciones realizadas por el Senado. Gran parte de los miembros que conforman la comisión son diputados y diputadas que asumieron el 11 de marzo para cumplir su período legislativo 2022-2026, por lo que naturalmente, muchos no participaron de la discusión del proyecto en cuestión, y se están empapando de este proceso con el correr de los días.
La comisión tiene plazo hasta el 21 de abril, según lo autorizó la sala, para pronunciarse acerca de las modificaciones del Senado.
Basado en legislaciones modernas como la de Australia, Noruega y Canadá, el proyecto de ley establece importantes incentivos para prevenir que se produzcan escapes, porque existe amplia evidencia científica de los impactos que estos causan en el medio ambiente. A su vez, dichos impactos se trasladan a actividades como la pesca artesanal que, con la norma actual, puede ser sancionada por capturar salmones. Adicionalmente, el escape de salmones tiene el potencial de afectar la salud de las personas ya que, al no haberse asegurado un periodo de carencia, es decir aquel periodo necesario para que la carne del salmón pierda los antibióticos, no es seguro comer salmón escapado.
Finalmente, en el caso de ocurrir un escape, el proyecto incentiva al titular que recapture la mayor cantidad de ejemplares en conjunto con la pesca artesanal, ya que cada uno de los salmones escapados se descontará de la sanción final, cumpliendo así con las recomendaciones de centros de investigación respecto a la necesidad de remover los ejemplares.
Por esto, llamamos a las y los nuevos diputados de la Comisión de Pesca y Acuicultura y a las nuevas autoridades de Gobierno, a conocer en detalle el proyecto y el serio trabajo realizado tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados y Diputadas durante cerca de cuatro años, y aprobarlo sin más trámite, ya que sin duda este no sólo traerá beneficios a las comunidades locales de pesca artesanal y al medio ambiente, sino que permitirá también contar con una regulación más moderna y que apunta a reducir las externalidades de la industria del salmón.
Javiera Calisto, Directora Jurídica de Oceana Chile