Q
El índice de precios de los alimentos de la FAO descendió en enero

El índice de precios de los alimentos de la FAO descendió en enero

(FAO) El índice de precios de los alimentos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO) continuó descendiendo en enero, situándose en este mes en un promedio de 182,7 puntos, un 1,9% por debajo de su nivel de diciembre de 2014.

La bajada de precios refleja las elevadas expectativas sobre la producción, ya que la FAO ha elevado su pronóstico para la producción mundial de cereales de 2014 a un nivel récord y anunciado que los primeros indicios sobre las cosechas en 2015 son favorables.

El índice ha experimentado una tendencia a la baja desde abril de 2014. El descenso de enero estuvo influenciado en parte por los abundantes inventarios, la continua fortaleza del dólar EEUU y la debilidad de los precios del petróleo.

El índice de precios de los alimentos de la FAO es un índice ponderado en base a los intercambios comerciales que hace el seguimiento de los precios de los cinco principales grupos de alimentos básicos en los mercados internacionales: cereales, carne, productos lácteos, aceites vegetales y azúcar.

Baja en el trigo, carne de cerdo y aceite de soya
El índice de precios de los cereales de la FAO tuvo un promedio de 177,4 puntos en enero, un 3,6% menos respecto al mes anterior y está ahora un 34% por debajo de su máximo de junio de 2008. Los precios internacionales del trigo cayeron un 7% respecto a diciembre, lo que refleja la abundancia de suministros.

El índice de precio de los aceites vegetales también se redujo notablemente, hasta los 156,0 puntos, un 2,9% menos respecto a diciembre y se encuentra en su nivel más bajo desde octubre de 2009. La bajada se debió principalmente a los amplios suministros de aceite de soya y el descenso de los precios del petróleo, que limitan el atractivo de la utilización de aceites vegetales para producir biodiesel.

El índice de precios de la carne disminuyó un 1,6% en enero, a una media de 194,3 puntos. El descenso fue en parte provocado por la fortaleza del dólar EEUU, sobre todo frente al euro, así como por la abundante disponibilidad mundial de carne de porcino para la exportación.

El índice de la FAO para los precios de los productos lácteos se mantuvo estable en enero, con un promedio de 173,8 puntos, con un aumento de los precios de la mantequilla que compensó la caída de los precios del queso y la leche desnatada en polvo, impulsado en parte por el debilitamiento del euro.

El índice de precios del azúcar promedió 217,7 puntos, también prácticamente sin cambios desde diciembre de 2014.

Tan solo el índice de carne ha aumentado respecto a enero de 2014, con una subida del 6,6%. El índice de los productos lácteos experimentó la mayor caída, bajando un 35% desde el mismo período de 12 meses atrás.

Aumentan las existencias de cereales
Mientras tanto, la estimación de la producción de cereales para 2014 se elevó a 2 534 millones de toneladas, impulsada por las mejores perspectivas para los cereales secundarios, según la última Nota informativa de la FAO sobre la oferta y la demanda de cereales.

En cuanto a la próxima temporada 2015, los cultivos de trigo de invierno ahora en los campos en el hemisferio norte disfrutaron en general de un clima propicio y una mayor superficie sembrada en América del Norte y el Cercano Oriente, que compensa algunas disminuciones en la Federación de Rusia y áreas del Lejano Oriente asiático. Las condiciones generales de las cosechas de maíz en el hemisferio sur también son satisfactorias, aunque la FAO señaló que precios más bajos para el maíz ha llevado a la reducción de las plantaciones en América del Sur.

A nivel mundial, 1 104 millones de toneladas de cereales serán utilizadas para el consumo alimentario, un 1,1% más respecto al año anterior.

Se prevé que las existencias mundiales de cereales en 2015 se sitúen en cerca de 623 millones de toneladas, un 8% más respecto al año anterior. También se espera que aumenten los inventarios de trigo y maíz, mientras que está previsto que los de arroz bajen en alrededor de 4 millones de toneladas en 2015, con reducciones notables en la India, Indonesia y Tailandia.

Como resultado, la relación entre las existencias y la utilización de cereales a nivel mundial para 2014/15 debería aumentar al 25%, su nivel más alto en más de una década y muy por encima del mínimo histórico del 18,4% registrado en 2007/08, un momento de gran volatilidad internacional de los precios de los alimentos.

FAO: Diez años después del tsunami, Asia está mejor preparada para hacer frente a los desastres naturales

FAO: Diez años después del tsunami, Asia está mejor preparada para hacer frente a los desastres naturales

Diez años después de que el peor desastre natural que se recuerda en el mundo azotase las costas del sur y sudeste de Asia, los países de la región están mejor preparados para hacer frente a tragedias como el tsunami del Océano Índico, pero todavía hay margen de mejora, afirmó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

En diciembre de 2004, el tsunami se cobró la vida de más de 200.000 personas y destrozó los medios de subsistencia de alrededor de 1,4 millones de sobrevivientes, al dañar o destruir campos, estanques de peces, barcos, artes de pesca y ganado de los que dependían en su totalidad los sistemas de producción alimentaria.

En muchos casos, enteras comunidades pesqueras fueron destruidas –al igual que la agricultura costera– cuando las poderosas olas del tsunami aplastaron barcos de pesca e incluso arrojaron grandes buques arrastreros al interior, para dejarles donde una vez pastaban los animales y donde se cultivaban arroz y hortalizas .

«Una década más tarde, mientras que los eventos que conmemoran el aniversario del tsunami recuerdan la tragedia humana, la FAO examina las lecciones aprendidas en la mitigación de daños a los medios de vida agrícolas, la seguridad alimentaria y la nutrición provocados por este tipo de eventos naturales y climáticos», señaló Hiroyuki Konuma, director general adjunto de la FAO y representante regional para Asia y el Pacífico.

“Lo que nosotros y nuestros países miembros –añadió– hemos aprendido y lo que vemos realizado, es impresionante, pero todavía hay mucho que se puede y se debe hacer para prevenir y mitigar los desastres».

La región más vulnerable
Durante el período de diez años entre 2003 y 2013, unos 200 millones de personas en Asia y el Pacífico se vieron afectados cada año por desastres naturales que van desde el tsunami de 2004 a ciclones, inundaciones y tifones. En aproximadamente el mismo período (2001-2010), el costo de estos desastres para la región tuvo un promedio de US$ 34.000 millones al año.

Mientras que algunos de los países miembros más afectados por el tsunami del Océano Índico están ahora mejor preparados ante los desastres y en mejor posición para responder, un reciente taller patrocinado por la FAO con los miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) puso de relieve las acciones adicionales que se necesitan para aumentar aún más la resiliencia ante los desastres.

El taller concluyó que los efectos del rápido crecimiento demográfico y la urbanización, junto con una base de recursos naturales erosionada y el cambio climático, implican que los eventos provocados por el clima plantean el mayor riesgo para la región de la ASEAN.

Entre sus recomendaciones, el taller realizó un llamamiento para una mayor participación de todos los sectores afectados: agricultura, ganadería, pesca, acuicultura y silvicultura –sectores productivos especialmente críticos en las que el progreso debe ser firme– en la construcción de procesos de políticas nacionales y regionales proactivos para la reducción y gestión de los riesgos de desastre. También se señaló que es necesario un claro compromiso financiero para promover el desarrollo de capacidad en los organismos competentes de los distintos sectores.

Una prioridad debe ser mejorar el desglose de datos sobre los sectores y medios de vida afectados y mejores evaluaciones y monitoreo de riesgos. El taller también instó a los países a ir más allá de los peligros naturales al abordar la exposición al riesgo y la vulnerabilidad de los agricultores, pescadores y las comunidades dependientes de los bosques, y considerar otras amenazas como la degradación de los ecosistemas marinos y del medio ambiente. Se requiere transferir el conocimiento y la tecnología sobre la reducción del riesgo a nivel local para empoderar a las personas más vulnerables y en mayor riesgo.

Muchas lecciones aprendidas
Antes del tsunami, las actuaciones de los países eran más reactivas que proactivas, enfocadas en el ahorro de vidas humanas y luego en la recuperación. Desde entonces, se ha producido un cambio de paradigma hacia dar igual importancia a la reducción anticipada del riesgo de peligros múltiples y la prevención y mitigación de desastres naturales

Los sistemas de alerta temprana ante desastres y las rutas de evacuación para tsunamis bien señaladas existen ahora en algunos países, como Tailandia, que, después del tsunami, estableció el Departamento Nacional de Prevención y Mitigación de Desastres.

«Está claro que muchos países de la región están ahora mejor preparados para reducir los riesgos y mitigar los daños de desastres naturales como tsunamis y tifones y proteger sus sistemas agrícolas y alimentarios», explicó Konuma. «El ejemplo más reciente es el tifón Hagupit, que azotó Filipinas a principios de este mes, donde los primeros avisos de las autoridades a agricultores y pescadores para tomar acciones preventivas contribuyeron a asegurar que el daño haya sido mucho menos grave que un año antes, cuando el tifón Haiyan arrasó el centro del país», añadió.

Otros países en la región de la ASEAN han tomado medidas sobre reducción y mitigación del riesgo de desastres. En la capital camboyana, Phnom Penh, se han construido diques de protección contra las crecidas y existe un sistema nacional de alerta temprana para inundaciones. En 2010, el Primer Ministro de la República Democrática Popular Lao emitió un Decreto sobre la Estrategia Nacional de Cambio Climático. En Viet Nam, ha sido aprobada una ley de Prevención y Control de Desastres Naturales y en 2007 se desarrolló una estrategia nacional para la prevención, respuesta y mitigación de desastres naturales.

Respuestas de la FAO
Al igual que otras organizaciones, la FAO no tardó en responder a las necesidades de los países afectados tras el tsunami de 2004. Gracias a la generosa contribución de sus socios, la FAO puso en marcha un amplio programa de respuesta de emergencia y recuperación para apoyar a los gobiernos de Indonesia, Sri Lanka, Tailandia, Maldivas, Myanmar, Seychelles y Somalia.

La experiencia técnica de la FAO se centró en la protección, restauración y mejora de los medios de subsistencia agrícolas y pesqueros de las comunidades costeras afectadas. Este apoyo estuvo dirigido principalmente a remplazar los activos perdidos y, al mismo tiempo, promover el uso racional de los recursos naturales, ayudando a evitar la restauración de la capacidad de pesca excesiva antes del tsunami en Aceh (Indonesia) y en Sri Lanka, y con ello un mayor agotamiento de las poblaciones de peces.

En las Maldivas, la FAO trabajó con las autoridades locales para ayudar a los isleños a recuperar los suelos contaminados con agua salada, que mató a muchos árboles frutales. Aunque estaban todavía disponibles peces y cocos, esta pérdida de fruta suponía una grave amenaza para la nutrición.

La FAO, junto con sus socios, ayudó a los pescadores y los agricultores a reconstruir sus medios de vida para hacerlos mejor que antes, fortaleciendo a la vez su resiliencia y las economías locales.

OCDE y FAO prevén un descenso de los precios agrícolas, mientras ganan terreno la producción ganadera y los biocombustibles

OCDE y FAO prevén un descenso de los precios agrícolas, mientras ganan terreno la producción ganadera y los biocombustibles

(FAO, Roma) El descenso reciente de los precios de los principales cultivos debería prolongarse durante los próximos dos años, antes de estabilizarse en niveles por encima del período anterior a 2008, pero muy por debajo de los máximos alcanzados últimamente, según el último informe “Perspectivas Agrícolas” elaborado por la OCDE y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO).

La demanda de productos agrícolas se mantendrá firme, mientras se incrementa a tasas menores que en la última década. Los cereales siguen siendo la base de la alimentación, pero las dietas son cada vez más ricas en proteínas, grasas y azúcar en muchas partes del mundo, al aumentar los ingresos y la urbanización.

El informe “Perspectivas Agrícolas OCDE-FAO 2014-2023” indica que tales cambios –combinados con una población mundial cada vez mayor– requerirán una expansión sustancial de la producción en la próxima década. Lideradas por Asia y América Latina, las regiones en desarrollo serán responsables de más del 75% de la producción agrícola adicional durante la próxima década.

Al presentar el informe, en Roma, el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, aseguró que “los mercados agrícolas están recuperando condiciones más estables después de un período de precios inusualmente altos. Esto se ha visto favorecido por reacciones proteccionistas más moderadas de los gobiernos. Pero no podemos considerarnos satisfechos. Tenemos que hacer más, en el ámbito del comercio, de la productividad y frente a la pobreza. Los gobiernos deben dar protección social a los más vulnerables y desarrollar herramientas para ayudar a los agricultores a gestionar los riesgos e invertir en productividad agrícola. Lograr avances que sean a la vez inclusivos y sostenibles sigue siendo un enorme desafío”.

El director general de la FAO, José Graziano da Silva, dijo, por su parte, que “este año, el mensaje del informe es más positivo. Los agricultores reaccionaron muy rápidamente a los altos precios y aumentaron su producción, de forma que ahora también tenemos más disponibilidad. Prevemos que los precios relacionados con los cereales disminuirán durante al menos los próximos dos años. El panorama es diferente para la carne y el pescado, ya que nos enfrentamos a una demanda creciente. El buen desempeño del sector agropecuario, en particular en los países en desarrollo, contribuirá a la erradicación del hambre y la pobreza».

Con una atención especial en la India, el informe de la OCDE y la FAO prevé un crecimiento sostenido de la producción y el consumo de alimentos, liderado por sectores de valor añadido, como el de los lácteos y la acuicultura. Las inversiones en tecnología e infraestructuras de producción –junto con los subsidios en una serie de áreas–, han contribuido a la fuerte expansión de la producción en la última década. El informe añade que se espera que la presión sobre los recursos reduzca las tasas de crecimiento de la producción en los próximos años.

Si bien se mantendrá en gran parte vegetariana, las dietas en la India se diversificarán. Con el aumento del consumo de cereales, leche y productos lácteos, pescado, legumbres, frutas y verduras, la ingesta de nutrientes alimenticios mejorará. La India alberga actualmente el mayor número de personas con inseguridad alimentaria en el mundo.

“Perspectivas Agrícolas” prevé que producción mundial de cereales sea un 15% más elevada para 2023 que en el período 2011-13. El crecimiento más rápido de la producción se espera en las semillas oleaginosas, con un 26% durante los próximos diez años. La expansión de la producción de cereales secundarios y oleaginosas se verá impulsada por la fuerte demanda de biocombustibles, en particular en los países desarrollados, y la creciente demanda de piensos en las regiones en desarrollo.

El aumento de la producción de cultivos alimentarios será más moderado en la próxima década, según el informe, con el trigo creciendo en torno al 12% y el arroz en un 14%, muy por debajo de las tasas de crecimiento de la década precedente. Se prevé también que la producción de azúcar aumente en un 20%, concentrada principalmente en los países en desarrollo.

El informe Perspectivas Agrícolas proyecta la evolución de una amplia gama de productos básicos para los próximos diez años. En cuanto a la pesca, dice que el crecimiento de la producción acuícola se concentrará en Asia, y seguirá siendo uno de los sectores alimentarios de más rápido crecimiento, superando a la pesca de captura para el consumo humano en 2014.

En reunión FAO: Chile asumió compromiso para combatir la pesca ilegal y fortalecer la pesca artesanal

En reunión FAO: Chile asumió compromiso para combatir la pesca ilegal y fortalecer la pesca artesanal

Desde Roma (Italia), el subsecretario de Pesca y Acuicultura, Raúl Súnico, mostró su satisfacción por el acuerdo de los países miembros de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para la aplicación de las primeras Directrices para la Pesca a Pequeña Escala y la lucha contra la pesca ilegal.

“Se trata de dos grandes directrices en los que nuestro país ha trabajado mucho pues van en la línea de un esfuerzo colectivo de valorar y relevar la pesca artesanal en el mundo como una actividad vital para la actividad pesquera y, además, asumimos como país la responsabilidad de combatir la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada que tanto daño le hace al sector”.

En el caso de las directrices para la pesca artesanal, el subsecretario Súnico explicó que “corresponden a recomendaciones de aplicación voluntaria y son pertinentes para la pesca a pequeña escala en las aguas marinas y continentales”. Además, la autoridad sectorial puntualizó que “su objetivo es dar asesoramiento, hacer recomendaciones, establecer principios, criterios y dar apoyo a los Estados e interesados para lograr una pesca sostenible a pequeña escala”.

En tanto, el director General Adjunto de la FAO y responsable de Pesca y Acuicultura, Arni Mathiesen, explicó los alcances de las directrices para evaluar el desempeño y responsabilidad de los estados del pabellón hacia sus naves pesqueras como complemento a la lucha contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada señalando que «la decisión representa un paso de enorme importancia en la lucha contra este tipo de pesca, que no sólo pone en riesgo los ecosistemas marinos, sino que socava cualquier esfuerzo emprendido a nivel nacional, regional o internacional para gestionar la pesca de forma sostenible».

Ambos directrices se lograron en el marco de la celebración del 31° Comité de Pesca de la FAO que se está llevando a cabo en Roma y que se extenderá hasta este viernes 13 de junio. Esta instancia es el único foro intergubernamental mundial –además de la Asamblea General de la ONU- donde se examinan periódicamente los problemas de la pesca y la acuicultura a nivel internacional y se hacen recomendaciones para la actuación de los gobiernos, órganos pesqueros regionales, ONG, trabajadores de la pesca, la FAO y la comunidad internacional.

Director de la FAO llama a actuar con urgencia frente a la sobrepesca

Director de la FAO llama a actuar con urgencia frente a la sobrepesca

(FAO) El director general de la FAO, José Graziano da Silva, inauguró este lunes en Roma (Italia) la reunión del único foro intergubernamental mundial sobre cuestiones de pesca y acuicultura, pidiendo medidas urgentes para hacer frente al cambio climático y otras amenazas a la pesca sostenible y las poblaciones de peces.

El Comité de Pesca de la FAO (COFI) comenzó su 31º período de sesiones –del 9 al 13 de junio–, con el objetivo de abordar una serie de cuestiones relacionadas con el bienestar a largo plazo de la pesca y la acuicultura marina y continental y las actuaciones potenciales de gobiernos, órganos pesqueros regionales, ONG, trabajadores de la pesca y otros actores de la comunidad internacional.

Tras asegurar que la pesca y la acuicultura realizan una «contribución fundamental a la seguridad alimentaria y la nutrición», Graziano da Silva subrayó que el desarrollo sostenible en los países insulares y costeros del mundo depende sobre todo de la «vitalidad de los océanos y las poblaciones de peces».

«La sobrepesca, la contaminación y el cambio climático –advirtió– están poniendo en riesgo esta vitalidad. Los impactos son ya evidentes. Y los pobres del mundo, en las zonas rurales y costeras, se encuentran entre los más afectados».

«Quiero hacer hincapié en la urgencia de la acción individual y colectiva para abordar el cambio climático, uno de los desafíos más apremiantes a los que se enfrenta el mundo de hoy», dijo, señalando que la FAO está dando prioridad en su trabajo a la mejora del desarrollo sostenible a través de su iniciativa sobre el Crecimiento Azul.

El director general recordó que la pesca y la acuicultura son las fuentes de 17% de la proteína animal que se consume en el mundo, y de hasta un 50% en algunos pequeños Estados insulares en desarrollo (PEID) y países asiáticos. También son fundamentales para la subsistencia de algunas de las familias más vulnerables del mundo.

«Los medios de subsistencia –explicó- del 12% de la población mundial depende de este sector. En particular, la pesca en pequeña escala es fuente de empleo para más de 90% de los pescadores de captura y los trabajadores pesqueros del mundo, la mitad de los cuales son mujeres».

«Al tiempo que los pescadores artesanales suministran la mayor parte del pescado que se consume en el mundo en desarrollo, muchas de sus familias sufren a la vez de inseguridad alimentaria. Se trata de es una paradoja que estamos trabajando juntos para superar», indicó, subrayando que los pescadores artesanales son parte integral de los esfuerzos para mejorar la sostenibilidad y la seguridad alimentaria.

Foro internacional

El director general se unió a Johan Williams, presidente del 31º período de sesiones del COFI, en dar la bienvenida a los ministros responsables de la pesca o la agricultura y el desarrollo rural de Argelia, Bangladesh, Brasil, la República de Guinea, Indonesia, Malí y Sri Lanka. También estuvieron presentes viceministros y ministros de Estado de Azerbaiyán, Ghana, Guatemala, Honduras, la República Islámica del Irán, Maldivas, Namibia, Perú, Arabia Saudita y Yemen.

Entre otras cuestiones, los participantes deben considerar la aprobación de dos conjuntos básicos de directrices voluntarias encaminadas a mejorar la sostenibilidad y la pesca responsable, respectivamente: las Directrices voluntarias para garantizar la pesca sostenible en pequeña escala y las Directrices voluntarias para la actuación del Estado del pabellón.

También deben discutir el progreso en la implementación del importante Código de Conducta para la Pesca Responsable y los instrumentos conexos para la cooperación internacional en materia de pesca.