«El año pasado la industria pesquera le compró más de 25.000 toneladas de jibia al sector artesanal en la Región del Biobío y a junio de este año ya hemos recibido de ellos (pescadores artesanales) 9.400 toneladas, lo que es prácticamente similar al mismo mes de 2014». De esta forma el gerente general de Pesquera Landes, Andrés Fosk, argumentó, por un lado, la complementariedad del trabajo entre ambos actores y, por otro, desmiente que el sector industrial este año no esté comprando este producto a sus proveedores artesanales.
Fosk afirmó que el conflicto creado para romper el fraccionamiento de la jibia -80% artesanal y 20% industrial- es artificial y sus causas no tienen su origen en la Región del Biobío. «Aquí lo importante es comprender que en Chile existen varios países pesqueros. Aquí existe industria pesquera, pero en las regiones de Valparaíso y de Coquimbo, no. Entonces los jibieros de esas zonas, que abastecen pequeñas plantas, han empujado con fuerza para intentar quedarse con el 100% de la jibia pensando que con eso podrán controlar el precio», adujo el ejecutivo de dicha pesquera que está ubicada en la comuna de Talcahuano.
Agregó que en el Biobío el trabajo entre las flotas es complementario. «Aquí compramos jibia y podemos trabajar ambos actores sobre el recurso. Somos socios». Y añadió: «yo le quiero decir públicamente a los representantes de los artesanales jibieros del Biobío que las condiciones para acordar formalmente un trabajo en conjunto están dadas. Somos cinco plantas de Coronel y Talcahuano las que hemos acordado proponer un nuevo trato al mundo artesanal jibiero para que iniciemos una nueva etapa».
Las empresas que serían parte de este histórico acuerdo son Pacific Blu, Grimar, Orizon, Marfood y Landes.
El ejecutivo de Pesquera Landes subrayó que los artesanales no pueden operar durante cuatro o cinco meses al año por mal tiempo, por esto quitar el acceso al recurso aquí en la Región del Biobío sería el fin de las plantas porque requieren abastecimiento continuo, por ende la flota industrial, que puede operar en malas condiciones climáticas, es irremplazable.
Andrés Fosk recalcó las cifras entregadas por la Asociación de Industriales Pesqueros (Asipes) respecto que la jibia permite el funcionamiento de cinco plantas, siete barcos y unos 4.000 puestos de trabajo entre directos e indirectos.
Por último, puntualizó que esperaba que en la sesión especial que se realizará este martes 7 de julio en el Congreso prime la cordura y que los legisladores puedan escuchar a las partes, «porque la industria pesquera en nuestra zona es fundamental y del mar no viven solo los pescadores artesanales», concluyó.