Productos del mar: Chile logró importante acuerdo en comité internacional de normas alimentarias

Feb 20, 2014

La moción fue presentada en el Comité Codex para Pescados y Productos Pesqueros, donde concurren delegaciones de diversos países productores e importadores de alimentos de origen pesquero y acuícola.

(Sernapesca) Esta semana se realiza en Bergen (Noruega) la reunión del Codex Alimentarius, organismo asesor técnico de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y que establece los estándares de seguridad alimentaria para los productos que se comercializan internacionalmente. La instancia reconoció la técnica de bioensayo empleada en Chile como válida para la detección y confirmación de toxina paralizante en moluscos bivalvos vivos y crudos.

La moción fue presentada en el Comité Codex para Pescados y Productos Pesqueros, donde concurren delegaciones de diversos países productores e importadores de alimentos de origen pesquero y acuícola. Entre las indicaciones del proyecto, se proponía suprimir el uso de métodos biológicos (bioensayos) para determinar la presencia de biotoxinas, sustituyéndolos por procedimientos químicos.

La medida afectaba indirectamente a Chile, cuyo Programa Nacional de Vigilancia y Control de las Intoxicaciones por Fenómenos Algales Nocivos (mareas rojas), se basa en la determinación de toxina paralizante por medio del denominado bioensayo en ratón. Así lo explicó la subdirectora de Comercio Exterior de Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), Cecilia Solís, quien encabezó la delegación chilena, asistida por la profesional de Sanidad Pesquera y Dra. en Bioquímica, Denisse Canouet, junto al investigador y director del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad de Chile, Benjamín Suárez.

En la discusión, Solís mostró los exitosos resultados de este programa con datos proporcionados por el Instituto de Salud Pública (ISP) desde el 2002 en adelante, «que indican una clara disminución de las intoxicaciones notificadas en las zonas productoras de recursos hidrobiológicos y que son periódicamente afectadas por marea roja».

La autoridad agregó que, dada la complejidad de las toxinas paralizantes (múltiples análogos), la utilización de métodos alternativos como los químicos es un campo aún en desarrollo, pero que no otorga las mismas garantías ni seguridades que el bioensayo utilizado actualmente, considerando que no existe disponibilidad de estándares para todas las toxinas.

Apoyo internacional

En caso de prohibirse el uso de métodos de bioensayo, Chile y otros países productores hubieran tenido que modificar no solo sus métodos de certificación de productos de exportación, sino que además (debido a que el Codex es también un organismo de referencia para las políticas públicas internas), modificar los procedimientos internos de salud pública para descartar la contaminación por marea roja de los moluscos que se comercializan en el país, encareciendo los costos de estos análisis y arriesgando la fiabilidad que los métodos de bioensayo se han ganado a lo largo de los años.

Por lo anterior, la delegación chilena buscó el apoyo de otras delegaciones, como la estadounidense, «que inmediatamente nos brindó su apoyo. Luego nos contactamos con Japón, Argentina, Uruguay y Brasil y en general con todas las delegaciones de América Latina, que también comprometieron su respaldo a la posición chilena», relató Solís.

Finalmente, gracias al trabajo previo y la maciza documentación y evidencia presentada, la delegación chilena logró que el Comité Codex para Pescados y Productos Pesqueros reconociera la técnica de bioensayo como válida para la detección y confirmación de toxina paralizante en moluscos bivalvos vivos y crudos, «lo cual –concluye Solís– es un reconocimiento no solo al trabajo de esta delegación en particular, sino que al trabajo serio, constante y eficiente que hemos desarrollado en Chile en los últimos años».

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