(Pulso) De haberse concretado la fusión entre la noruega Marine Harvest y la chilena Empresas AquaChile, se habría formado una de las dos mayores salmonicultoras a nivel mundial. Sin embargo, las partes no llegaron a acuerdo y hace unos días anunciaron que pusieron fin a las negociaciones. Cada una seguirá por su lado.
Poco y nada se ha sabido de los motivos que llevaron a las compañías a desechar las negociaciones que habían mantenido por meses.
No obstante, de a poco se comienzan a conocer detalles de las frustradas negociaciones. Todo de manera reservada, ninguna de las partes ha querido, de forma oficial, revelar los motivos por los cuales se cayó la operación.
Un importante ejecutivo lo ejemplifica de esta forma: el controlador de AquaChile, el empresario Víctor Hugo Puchi, es un negociador nato, duro y difícil, capaz de desechar una operación de esta magnitud si considera que los acuerdos alcanzados de manera inicial no favorecen a los intereses de los accionistas de la salmonicultora chilena.
Ha trascendido que Puchi quiso modificar el MOU (en español, memorando de entendimiento), lo que no habría sido del agrado de los noruegos.
«La industria salmonicultora es muy cíclica, vive muchos cambios constantemente, no solo en tema de precios, por esto es que las condiciones en una operación como la que se buscaba entre AquaChile y Marine Harvest pudieron haber cambiado», explica un directivo que participó de las tratativas.
Consultado por Pulso, el empresario sostuvo: «prefiero no hablar por acuerdos de confidencialidad tomados con Marine Harvest». Desde la firma noruega la posición ha sido la misma.
Puchi ha sostenido en varias entrevista que la industria del salmón tendrá que consolidarse en pocas manos, por esto, en el mercado apuestan a que el empresario seguirá viendo nuevas alternativas de fusiones o compras de empresas para seguir creciendo.
«Menos actores significarán una mejor planificación de concesiones salmonicultoras y mayores eficiencias. Esto es una señal clara y positiva para la sostenibilidad de la industria», dijo en una entrevista en octubre del año pasado.
La operación
En el comunicado entregado a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) el 17 de enero, se informó que de concretarse la fusión, los accionistas de AquaChile serían dueños del 57,2% de las acciones, mientras que a la salmonicultora noruega le correspondería el 42,8% restante. En el documento, además, Marine Harvest aceptaba mantener su participación accionaria en la nueva identidad hasta el 15 de junio de 2016.
El documento entregado al regulador establecía además que de llevarse a cabo la fusión, Marine Harvest tendría la opción de adquirir un porcentaje mayor de las acciones de AquaChile por medio de una oferta pública de participación en acciones (OPA). Oferta con la que las familias controladoras de AquaChile (Puchi y Fischer), que poseen el 33% de la propiedad de la compañía, se comprometían a vender un número de acciones que como mínimo permitiría a la salmonicultora noruega alcanzar el 55% de las acciones de la chilena. Esto le permitiría controlar el 21% de la producción nacional de salmón.
Según informó el gerente general de AquaChile, Torben Petersen, la fusión no llegó a buen puerto por mutuo consentimiento.
Esta es la tercera fusión fallida para AquaChile. En 2007 (antes de la crisis del virus ISA) sostuvo conversaciones con la también salmonicultora noruega Cermaq, que finalmente no lograron concretarse. En aquella ocasión, el dueño de AquaChile tenía sobre la mesa una oferta por unos US$700 millones en efectivo, además de una participación en la compañía resultante. Sin embargo, el empresario comenzó a mantener conversaciones de forma paralela con Marine Harvest. Cuando esto llegó a oídos de ambas productoras noruegas, las dos optaron por no seguir hablando con Puchi. No obstante, esto es desmentido por cercanos al empresario, quienes aseguran que nunca se negoció a dos bandas.
Suma y sigue
En diciembre de 2014, AquaChile desistió del acuerdo firmado para adquirir el 54,2% de salmonicultora Invermar ligada a los hermanos Montanari.