(Oceana) Bajar la cuota global anual de pesca para la merluza común de las 19.000 toneladas aprobadas para el 2014 a 18.000 toneladas para el año 2015, recomendó al Gobierno este miércoles 19 de noviembre la organización internacional de conservación marina Oceana. Esto dado la disminución que registró durante el último año, según el estudio hidroacústico realizado por el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP) donde la biomasa del recurso se redujo en un 6,6%.
“Subir la cuota para la merluza común solo acelerará el colapso de esta pesquería, lo que implicará la pérdida de miles de empleos. Mientras no se muestren signos claros de recuperación debemos mantener bajos los niveles de captura y no caer en la tentación de hacer políticas sociales a través de las cuotas de pesca. Hay otras formas de ir en ayuda de los pescadores que más lo necesitan”, sostuvo el director ejecutivo de Oceana, Alex Muñoz.
Luego de tres días reunidos, los expertos que componen el Comité Científico Técnico (CCT) para la merluza común recomendarán al Gobierno los rangos entre los cuales debiera fijarse la cuota global de captura de este recurso para el próximo año. En base a esa recomendación, el Ministerio de Economía deberá fijar posteriormente la cuota definitiva.
Según datos de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca) las capturas de merluza común disminuyeron en un 70% entre el año 2001 y 2013. Asimismo, de acuerdo a este organismo, alrededor del 90% de merluza común capturada en 2012 correspondió a ejemplares juveniles.
“Si no tomamos medidas drásticas ahora, recursos como la merluza común y otros simplemente desaparecerán, dejando a miles de pescadores sin trabajo y al país sin una de sus principales fuentes de alimento. Por dolorosas que sean algunas medidas, son la única manera de tener un futuro mejor para la pesca”, agregó Muñoz.
En septiembre recién pasado Oceana presentó al Gobierno un Plan para la Recuperación de la Merluza Común que, además de desatacar la importancia de mantener una cuota de captura baja, propone el establecimiento de una talla mínima de captura de 38 cm; la prohibición de la pesca de arrastre al menos en las áreas de desove de la merluza común; la ampliación de la temporada de veda y un combate frontal contra la pesca ilegal.
Según la organización, todos los esfuerzos de recuperación de los recursos pesqueros serán en vano mientras algunos sigan pescando sin respetar los planes de manejo.