Resistir para no morir: La nueva forma de vida de los merluzeros en Chile

Mar 6, 2024

Un dirigente de la Federación de pescadores de Hualaihué viajó por primera vez fuera de Chile y contó su experiencia y realidad en el Summit por la Sostenibilidad Pesquera y Acuícola que se desarrolló en México.

Agustín Ruiz, tesorero de la Federación de Pescadores de Hualaihue viajó por primera vez fuera de las fronteras de Chile. La razón: fue invitado por la organización no gubernamental Sustainable Fisheries Partnership (SFP) a presentar la experiencia de su federación en la Cuarta Edición del Summit por la Sostenibilidad Pesquera y Acuícola, que se llevó a cabo en Ciudad de México, del 16 al 17 de febrero.

La pesquería de merluza austral, según el reporte “Estado de la situación de las principales chilenas, 2022” publicado por la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura, se encuentra “sobreexplotada”. La cuota anual de captura está, en gran porcentaje, en manos del sector industrial, pero no por asignación, sino por traspaso. Adicionalmente, esta flota realiza una pesca de arrastre, la cual, está comprobado, afecta al ecosistema y su biodiversidad.

Frente a esto, la Federación de Pescadores de Hualaihue de la región de Los Lagos, inició una lucha que busca evitar que estos traspasos lleven a la extinción a la pesca artesanal de merluza austral. El traspaso de cuotas ha dejado alrededor de un 20% en sus manos y ha generado una serie de “vicios” que amenazan con extinguir una tradición y un modo de vida del cual se sustentan varias familias en esa y otras comunas del sur austral de Chile

Ruiz, quien también es director de la Confederación Nacional de Pescadores Artesanales de Chile (Conapach), se refiere a los principales obstáculos que encuentran en el camino. En primer lugar, la desconexión entre las leyes y la realidad del pescador artesanal. Los merluzeros proponen que la Ley de Pesca (que pronto se debatirá en el congreso) elimine el traspaso de cuotas. “Hemos explicado incansablemente a las autoridades que nuestro interés es terminar con los 10 años de sobreexplotación del recurso, que no se trata de un capricho, sino de proteger los recursos para que no desaparezcan”.  Ruiz señaló que no ha habido respuesta; al contrario, en el proyecto de ley se plantea una prórroga de 10 años al traspaso de cuotas, lo que califica como “un portazo en la cara” para su gremio, luego de dos años de diálogos con la autoridad de pesca.

Aprender del pasado tampoco parece interesarle a la autoridad. Ruiz hizo referencia a lo que sucedió con las pesquerías de merluza de cola y de tres aletas, dos de las cuatro especies que existen en aguas chilenas y que son explotadas exclusivamente por la pesca de arrastre. “No se respetó la veda, ni ninguna condición para salvaguardarlas y, como resultado, ambas pesquerías tienen el estado de “agotada”, recordó.

La resistencia se manifiesta también en el sentido de renovación. Por su condición de “sobreexplotada” la pesquería de merluza austral tiene suspendido el Registro de Pesca Artesanal (RPA) y suspendidas las solicitudes de otorgamiento de autorizaciones para el sector industrial. Ruiz mencionó que, en promedio, la edad de pescadores y pescadoras de merluza es de 60 años.  “Necesitamos ingresar gente más joven y romper con el “vicio” de vender, en el cual han caído ciertos dirigentes porque los industriales ofrecen comisiones para facilitar el traspaso de cuotas”, sostuvo.

A estas dificultades, se suman también la depredación ambiental que produce la pesca de arrastre; la pesca ilegal, no solo de la industria, sino también de algunos pescadores que venden su cuota e igualmente acuden a pescar con un arte no regulado (enmalle) y la falta de control por parte de las autoridades.

Ruiz manifestó con indignación que “nadie quiere tomar acciones” y que, hasta ahora, “las leyes se han hecho solo para favorecer a determinados intereses económicos”. Mencionó la sorpresa que causó el saber que la industria “se ingenió” para poder certificar la merluza austral, cuando se trata de una pesquería sobreexplotada y sin plan de recuperación hasta la fecha.

En una sala llena, y con una exposición planificada de ocho minutos, que terminó siendo de 14, Ruiz finalizó su presentación mencionando que aunque “vender sea más fácil, continuarán resistiendo y lanzando al mundo su grito de auxilio para que la pesca de merluza austral con espinel en mano no muera”.

Fotografía: Summit por la Sostenibilidad Pesquera y Acuícola

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