De acuerdo con lo publicado por Europa Press, el gobierno de Vladímir Putin añadió a cuatro países más a la lista de Estados que tienen prohibido exportar alimentos a territorio ruso, en una nueva represalia por las sanciones adoptadas en relación con el conflicto de Ucrania.
Hasta ahora, Rusia vetaba los productos procedentes de la Unión Europea, Estados Unidos, Australia, Canadá y Noruega, pero ahora agregó también a Albania, Montenegro, Liechtenstein e Islandia, así como a Ucrania «en determinadas circunstancias», según explicó el primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, durante una reunión gubernamental.
En el caso puntual de los productos del mar, la noticia tiene mayor repercusión en Islandia, puesto que es uno de los mayores proveedores de caballa y arenque, y los embarques que iban en camino han debido ser redirigidos hacia otros países o devueltos a origen.
En el caso ucraniano, la importación de productos agrícolas quedaría prohibida «solo si el gobierno de este país aplica la parte económica del acuerdo de asociación con la Unión Europea», firmado por Kiev en junio de 2014. Moscú ha dado de plazo hasta el 1 de enero de 2016 para «resolver» las disputas económicas con el país vecino, informó la agencia Sputnik.
Embargo
Este anuncio coincide con un endurecimiento del embargo a productos de alimentación, en vigor desde hace más de un año. A finales de julio, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, firmó un decreto que abrió la puerta a la destrucción inmediata de los bienes incautados, en un intento de disuadir a quienes quieran saltarse el bloqueo.
Las autoridades rusas han llegado a destruir cientos de toneladas de comida en un solo día y la televisión estatal ha difundido imágenes de maquinaria pesada aplastando estos productos. Cientos de miles de personas han secundado una campaña en Internet para pedir a Putin que reparta la comida entre los más necesitados, citó Europa Press.