Luego de un trabajo que comenzó en 2012 – cuando Skretting Chile entregó un apoyo económico para que las familias de los campamentos Puerto Aravena, Caipulli y Ferroviario pudieran postular al subsidio habitacional- y que culminó con la entrega de las 100 viviendas sociales en Ovejería Alto, este año los colaboradores volvieron para ayudar a mejorar la calidad de vida de los vecinos, quienes hoy ya cumplieron su sueño de tener una casa propia.
Fue así como, para conmemorar el Día de la Comunidad (que se celebró en todos los países en que Nutreco, casa matriz de Skretting a nivel mundial, tiene operaciones), una comitiva de cerca de 150 personas –operarios del turno de mañana de Osorno (región de Los Lagos), administrativos de las tres plantas y contratistas- acudió a pintar las casas de las familias que luego de toda una vida en campamentos, ya están instaladas en su nuevo vecindario. Esta actividad se enmarca dentro de las iniciativas de Nuterra, programa de Skretting a nivel global, que dentro de sus objetivos busca posicionar la sustentabilidad en el corazón de sus operaciones para hacer que la industria acuícola sea más sustentable.
En la actividad participaron además dos representantes de Skretting a nivel mundial: Evy Vykene, product manager global, y Roar Sandvik, product manager global de dietas de agua dulce.
Es importante destacar el apoyo de las empresas contratistas de Skretting que ayudaron durante la jornada: Bruval, IOP, Serviformec, AJ Montajes y Servisoldadura.
Para Paola Carrasco, dirigente líder de la comunidad, esta actividad fue el cierre perfecto después de cinco años de espera por sus nuevos hogares. «Skretting nos ayudó desde el principio y por eso siempre vamos a estar profundamente agradecidos. La jornada que vivimos en conjunto fue una oportunidad única para que muchas de las familias tuvieran sus casas más lindas y luminosas, porque no todos tienen los recursos para comprar pinturas y utensilios. La verdad es que todo salió perfecto», comenta, y hace hincapié en otro aporte de la empresa a la comunidad: la instalación de contenedores para reciclaje.
«Estamos felices, esto nos ayuda a reciclar, a organizar nuestros desechos y a aprender a cuidar nuestro vecindario», finalizó Paola Carrasco.