Trabajadores industriales en «estado de alerta» por actual escenario pesquero

Ago 11, 2015

"Hemos sido muy pacíficos y pacientes, pero cuando vemos que no se atienden nuestras válidas, sólidas y argumentadas peticiones, esta paciencia se agota", subrayó un grupo de entidades de trabajadores del sector pesquero industrial.

Un grupo de federaciones de trabajadores de la industria pesquera hicieron llegar una carta a AQUA donde dijeron sentirse en «estado de alerta» ante la que según ellos es la falta de ordenamiento de la pesquería de la jibia por parte del Ejecutivo, además de la preocupación que les generan mociones como las que buscan licitar las cuotas y otras que pretenden poner fin a la pesca de arrastre.

En el caso puntual de la jibia, dicen que de no determinarse prontamente nuevas cuotas para las empresas del sector, trabajadores comenzarán a ser despedidos, como lo que estaría sucediendo en Grimar S.A.

A continuación reproducimos íntegramente la misiva firmada por las entidades de plantas de proceso: Fesip, Festrach y Fetrapec; de oficiales de pesca: Agopesi; y de tripulantes: Fetrinech.

«Los trabajadores de la industria pesquera hace bastante tiempo que estamos solicitando al Ejecutivo, por medio de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca), que ordene a las empresas que capturan el recurso jibia dentro del sector pesquero industrial. Insistimos en que el subsecretario de Pesca y Acuicultura tiene todas las atribuciones y herramientas legales necesarias para asignar la cuota de jibia del año 2016 estipulando cuánto le corresponde a cada una de las compañías que capturan y procesan este recurso. Existen todas las condiciones para que esto ocurra, están las empresas, tienen historia, el recurso se puede establecer en plena explotación y contamos con una cuota de pesca anual.

No es respuesta de la autoridad pesquera decir que se necesita un completo estudio de la especie para declararla en plena explotación, porque se sabe que existe la manera de hacerlo mientras se desarrolla el estudio, que por lo demás no tienen para cuándo empezar. Entonces solo falta el verdadero compromiso y voluntad para resolver el problema, que afecta directa y principalmente a los trabajadores.

Un claro ejemplo de lo que queremos evitar, y que no se repita el próximo año, es la dura determinación adoptada por la empresa pesquera Grimar S.A., que el jueves último (6 de agosto) despidió a 163 trabajadores, dejando 163 familias cesantes en estado de indigencia; y alrededor de 80 trabajadores y sus familias correrán la misma suerte durante esta semana, según lo comunicado por la compañía a los dirigentes que representan a estos trabajadores.

Grimar informó que esto se debe a que no tienen recursos que procesar, por cuanto el principal recurso de esta compañía es la jibia, y la cuota de este año ya se acabó.

Esas determinaciones son consecuencia de la falta de un ordenamiento de la cuota de jibia por parte de las empresas que capturan este recurso, y el llamado es al gobierno para que actúe.

Carrera olímpica

Este año (2015) la cuota de jibia, y por ende la actividad laboral, duró tres meses, por estar sometida a carrera olímpica, y dejó a 1.200 trabajadores cesantes, los que hasta ahora se encuentran en esas condiciones; pudiendo haber durado el empleo en a lo menos diez meses, si se hubiese manejado como lo estamos solicitando.

La Subpesca pretende determinar pequeñas cuotas de carrera olímpica mes a mes para el año 2016, lo que va a agravar aún más nuestra situación, ya que los trabajadores serán llamados dos o tres días al mes, que es lo que durarán esas pequeñas carreras olímpicas mensuales, pasando a ser trabajadores eventuales indefinidos.

Legisladores

En el último tiempo se nos ha estado tratando de perjudicar al extremo de que existen congresistas que quieren hacer desaparecer nuestra actividad, con el único propósito de dejar a miles de familias cesantes, principalmente en la Región del Biobío. Esta situación la estamos viendo sin tener la defensa o apoyo directo de ninguno de nuestros legisladores, excepto de los diputados José Miguel Ortiz y Jorge Ulloa.

Podemos identificar a congresistas irresponsables, que solo apuntan a buscar cesantía en otras regiones, privilegiando el interés propio, y que se vea reflejado en las urnas de sus respectivos distritos; peor aún es que buscan la indigencia de miles de familias y no entregan ningún tipo de solución para estas. Entre esos diputados se encuentra Daniel Núñez, quien quiere eliminar la actividad de pescar con redes de arrastre y entregarle el 100% del recurso jibia al sector artesanal; las senadoras Carolina Goic y Adriana Muñoz, además del senador Rabindranath Quinteros, quienes pretenden licitar las pesquerías para que las compren los grandes conglomerados extranjeros. Esto no nos sorprende de la senadora Goic, puesto que ahora contrató una asesoría personal, la de Aldo Rojas, quien también fuera asesor de Lota Protein durante la discusión de la actual ley de pesca.

Estos tres senadores están atentando contra miles de puestos de trabajo de sus mismas regiones, por cuanto en Punta Arenas (Región de Magallanes) también existe la industria pesquera y miles de puestos de trabajos que esta genera. En la Región de Coquimbo existe la industria pesquera crustacera, que también entrega miles de puestos de trabajo y que en el 80% de todos estos empleos son ocupados por mujeres, quienes en su mayoría son padre y madre en sus hogares; y en la Región de Los Lagos, si bien no hay industria pesquera, son los artesanales los que perderán sus pesquerías si se llegan a licitar.

Encontramos diputadas y diputados que insisten en eliminar al sector industrial con su propuesta de medir las cinco millas desde las puntas más sobresalientes.

Todos estos constantes ataques hacia nuestros puestos de trabajo están haciendo detonar una reacción de parte nuestra. Somos un sector que por décadas hemos trabajado y dependido de los recursos pesqueros, hemos alimentado, educado, vestido y conseguido un techo para nuestras familias, y no renunciaremos a seguir haciéndolo.

Desde ahora estaremos en ‘estado de alerta’, y si el gobierno no nos escucha, nuestros congresistas no nos ayudan y si seguimos recibiendo atentados de otros sectores que pongan en peligro nuestras fuentes laborales, seremos nosotros mismos los que buscaremos la solución a nuestros problemas y le demos estabilidad laboral a nuestro sector. Hemos sido muy pacíficos y pacientes, pero cuando vemos que no se atienden nuestras válidas, sólidas y argumentadas peticiones, esta paciencia se agota».

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