Drones a la caza de pescadores furtivos que extraen ilegalmente recursos de sus áreas de manejo, incorporarán los sindicatos de las caletas Las Ventanas en Puchuncaví y Los Molles en La Ligua para prevenir el robo de locos, lapas, erizos y diversos recursos que estas organizaciones mantienen bajo un sistema de administración sustentable con cosechas anuales, donde respetan vedas y tallas para su comercialización.
Los aparatos, financiados por Indespa (Instituto Nacional de Desarrollo Sustentable de la Pesca Artesanal y de la Acuicultura de Pequeña Escala), son resistentes el agua, pueden elevarse hasta 120 metros, tienen autonomía de vuelo de hasta una hora y cuentan con una cámara de visión nocturna que posibilita el registro en video con imágenes de alta calidad.
Leonardo Llanos, director ejecutivo de Indespa, explicó que estos nuevos aparatos son parte de los proyectos financiados por el Instituto, a través del fondo concursable nacional para el apoyo productivo de las Áreas de Manejo y Explotación de Recursos Bentónicos (AMERB). “Desde Indespa apoyamos estos proyectos porque las AMERB’s son de suma importancia para las organizaciones, debido que a través de sus plan de manejo, hacen uso racional de los recursos bentónicos, pudiendo tener mayor poder de negociación en términos de volumen y asociatividad, y un ingreso más estable y mejor. Muchas veces todo este proceso se ve empañado por el impacto que provocan la extracción ilegal y robos, que no respetan tallas o vedas”, precisó el director de Indespa.
La iniciativa, contempla además como parte del proyecto, una capacitación -a cargo en este caso de la consultora Bitecma- que prepara a las y los pescadores para la obtención de sus licencias como pilotos de drones ante la Dirección Aeronáutica Civil (DGAC).
El sindicato de pescadores de Las Ventanas cuenta con un área de 95 hectáreas marinas, donde mantienen locos, erizos, lapas, jaibas y pescados de roca, además de una reserva marina en el sector Punta Lunes. Manuel Bernal, presidente de la organización, señaló que “nos va a servir para vigilancias aéreas y nocturnas porque tenemos harto robo de día y noche, y optamos por este proyecto en Indespa para poder facilitar las vigilancias. El año pasado tuvimos un guardia que fue amenazado, queremos proteger a esa persona y que él no vaya donde ellos, sino que nos avise y nosotros sacar fotos. Para eso fue este proyecto, para asegurar nuestro guardia y nuestra área de manejo”, precisó Bernal.
En total, diez son los pescadores que se capacitan hoy en estos cursos, primero en clases teóricas de meteorología, aerodinámica, normas de aeronáutica, y luego clases prácticas en armado, despegue, aterrizaje y vuelo.
El pescador Adán Fernández, es uno de ellos, y según comenta “fue muy emocionante el primer vuelo y bueno, la primera vez me puse nervioso, pero después a medida que fuimos manejándolo, mejoré bastante. Tuvimos que ir a un punto y volver y después nos tocó grabar, sacar fotos, buscar un punto fijo y devolvernos y en la primera practica que estacionara solo, y luego con el manual nosotros mismos estacionarlo. Me sentí muy cómodo”, comentó.
Por su parte, el pescador Luis Alvarado, comentó que al comienzo “estábamos nerviosos, con cierto miedo de operar el dron por el tema del costo que tiene, pero al hacer las pruebas nos sentimos bastante confiados, y aparte que los profesores están al lado de nosotros, apoyando. Así que todo bien, rompimos el hielo, o sea todos quedamos más confiados con la práctica”, señaló.
Una vez finalizado este curso, los pescadores deberán rendir el examen ante la DGAC para obtener la licencia que los autoriza a operar este tipo de dispositivos aéreos.
Fotografía referencial: Directemar