ACME Chile premia innovadores proyectos de harinas de mejillón y boyas fúngicas

Feb 28, 2024

Se recibieron un total de 22 postulaciones provenientes de diversas empresas, startups, ONGs. El fondo total de US$40.000 fue dividido entre los dos ganadores.

Ayer, ACME Chile, empresa procesadora y comercializadora de salmón ahumado, realizó la ceremonia de premiación de los dos ganadores de la 2da versión del “Premio ACME Chile para el Cambio Climático” en Puerto Montt. Una iniciativa que busca identificar, apoyar con financiamiento y visibilizar soluciones innovadoras y sustentables que contribuyan a la reducción de la huella de carbono en la industria de productos del mar.

“Hoy estamos muy contentos de poder celebrar esta segunda edición con nuestros dos ganadores. Uno de ellos es Dryer Chile SPA, un proyecto que utiliza los residuos orgánicos de la industria mitilicultora y los transforma en harina de alto valor nutricional. El segundo ganador es la startup Biokeikruk Fungaltech, que está trabajando en el diseño de una boya a partir de productos fúngicos. Es decir, estamos dando un pequeño gran paso al incorporar por primera vez el reino fungi a la industria de productos del mar. De esta manera, podremos empezar a abandonar el uso de los plásticos, que todos sabemos lo contaminantes que son”, detalló el CEO de ACME Chile, Franco Adam.

Este año, el Premio ACME Chile para el Cambio Climático contó con un fondo total de USD $40.000, que fue distribuido entre los dos proyectos ganadores. El primer premio recibió USD $25.000, mientras que el segundo obtuvo USD $15.000.

El concurso de Chile que fue gestionado por 40c Consultores se llevó a cabo en paralelo con la versión que realiza Acme Smoked Fish Corp en Estados Unidos y Canadá, denominado “Seafood Industries Climate Award” (SICA, por sus siglas en inglés), que este año premió tres iniciativas.

Cada una de las propuestas fue sometida a una preselección por parte de un comité técnico, el cual eligió cinco proyectos que posteriormente fueron evaluados por un jurado especializado, el cual estuvo compuesto por Franco Adam, CEO de ACME Chile; Daniel Silva, periodista de ciencia, innovación y tecnología de Mega; Adolfo Alvial, director ejecutivo del Centro de Innovación Acuícola; Anette Krohn, gerente de Endeavor Patagonia; y Cristián Solís, gerente general del grupo B2B media, que agrupa a medios de comunicación especializados como Aqua.

“Principalmente, evaluamos tres aspectos claves: la innovación, la viabilidad y escalabilidad de la propuesta, y el impacto que generará. Posteriormente, realizamos un seguimiento de al menos un año, durante el cual recibimos informes de avance de los proyectos. También nos preocupamos de brindarles networking si es necesario, y ponemos a disposición nuestros recursos humanos para ayudarlos a resolver dudas y facilitar el logro de sus objetivos”, aseguró Franco Adam.

Proyectos innovadores

El primer lugar lo obtuvo el proyecto «Harinas de mejillón de alto valor nutricional» de la empresa Dryer Chile SPA, ubicada en la región de Los Lagos. Esta iniciativa tiene como objetivo la implementación y evaluación de la producción a mínima escala de harinas de alto valor nutricional, obtenidas a partir de residuos de carne de mejillón.

El director de I+D de Dryer Chile, Boris Sepúlveda, mencionó que “el proyecto inició con el rescate y revalorización de los residuos de la industria mitilicultora. Específicamente, se trabaja con la carne de mejillón que muchas veces se descarta en la planta de proceso. La idea es convertirla en un producto de valor agregado. De esta manera, obtuvimos la harina de alto valor nutricional, la cual destaca por su contenido de proteínas y vitaminas. Así, conservamos de alguna manera todos los nutrientes del mejillón”.

Actualmente, el foco ha sido validar este proceso. «Llevamos 4 años trabajando en él, desarrollando distintas pruebas y logramos patentarlo a mitad del año pasado. Ahora se nos dio la oportunidad de participar en este concurso, que hoy nos está impulsando. Ya estamos en conversaciones con algunas empresas de la industria para escalar el proceso a un nivel más industrial”, comentó.

Sostuvo que “la idea es instalar una microplanta dentro de una planta procesadora de la industria mitilicultora para trabajar con los residuos de carne de mejillón. El proyecto inicialmente se enfocó en el desarrollo de un producto para consumo humano, pero luego pensamos en explorar la industria de las mascotas, incluyendo perros, gatos e incluso caballos. No buscamos crear un simple pellet de alimentos, sino que nuestro objetivo es ofrecer un producto más nutritivo. De esta forma, saldremos al mercado con un formato más puro y enfocado netamente en apoyar la nutrición de las mascotas”.

El segundo lugar fue entregado al proyecto «Baukatech boyas fúngicas» de la startup Biokeikruk Fungaltech en la región de Magallanes. Este proyecto introduce una solución revolucionaria al reemplazar boyas convencionales con boyas biodegradables a base de residuos orgánicos y micelios. Significando un paso muy importante hacia la sostenibilidad y la reducción de la contaminación plástica en los océanos.

La CEO de Biokeikruk, Lorenza Zanoni, señaló que el proyecto que inició en 2020 busca “desplazar las boyas tradicionales que generan bastante contaminación en el medio ambiente. Los microplásticos de estas boyas contaminan los alimentos, mientras que las nuestras, al ser 100% orgánicas, no contaminan ni generan problemas en la cadena alimentaria”.

Respecto al proceso de creación de boyas fúngicas, Lorenza Zanoni explicó que “se utilizan principalmente residuos orgánicos de origen vegetal. Estos residuos se someten a un proceso que termina con un sustrato rico en nutrientes, el cual es inoculado con micelio, que son las raíces fúngicas de los hongos. El micelio comienza a crecer a través del sustrato, tomando la forma del molde que se utiliza y colonizando todo el material. Luego, la boya pasa por un proceso de incubación. Después de la incubación, se aplica un golpe de calor para inactivar el micelio, y la boya queda lista para ser utilizada”

La representante de la startup recalcó que “estamos utilizando cepas regionales de pudrición blanca. Estas cepas son agresivas en el sentido de que atraviesan todo el sustrato, además de tener propiedades impermeabilizantes. Esto permite que la boya pueda estar en contacto con agua”.

Respecto a la reducción de la huella de carbono, aseguró que “al utilizar residuos revalorizados y biogás en el proceso de incubación, la huella de carbono se reduce considerablemente en comparación con una boya de plástico normal. De hecho, nuestra boya orgánica tiene un 80% menos de huella de carbono”.

En cuanto al reconocimiento, mencionó que “postulé al proyecto para obtener retroalimentación y el resultado fue muy sorpresivo. Justamente estábamos buscando financiamiento temprano para continuar investigando, y esto es lo que necesitamos para seguir mejorando nuestro prototipo. Ingresar a la industria del mar es un desafío bastante grande, y esperamos poder obtener los permisos necesarios para instalar algunas boyas en cuerpos de agua. Esto nos permitirá obtener las pruebas necesarias y más respuestas positivas de parte de la industria, así como vencer el temor de que estos hongos puedan generar algún daño a los cultivos”.

Fotografías: ACME Chile 

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