Las últimas décadas han sido testigo de una transformación sin precedentes en la industria de la salmonicultura. La creciente demanda por productos del mar, junto con la necesidad de una producción más sostenible y eficiente, ha impulsado un auge en la innovación y el desarrollo de nuevas tecnologías en el ámbito de la ingeniería y construcción de centros de cultivo.
El director de Ingeniería en Acuicultura y director del Centro de Investigación Marina Quintay CIMARQ de la Universidad Andrés Bello (UNAB), Dr. Juan Manuel Estrada, destaca que “se ha avanzado en una especialización y sofisticación de las soluciones tecnológicas, siendo en muchos casos, soluciones personalizadas y ajustadas a la realidad y condiciones ambientales y operativas de cada centro. Muchas de estas soluciones de carácter integral son desarrolladas completamente en nuestro país, mientras otras corresponden a una mezcla de componentes importados y nacionales que son ensamblados, calibrados y puestos a punto en Chile”.
Agrega que “la industria acuícola requiere sistemas confiables, robustos y resistentes a las condiciones ambientales y/o oceanográficas donde desarrolla su operación de manera ininterrumpida. Los principales avances tienen que ver, a mi juicio, con la automatización de procesos que antes se realizaban de forma manual o semi automática, y la integración de diferentes componentes para la configuración de plataformas de mayor complejidad que den una respuesta eficiente a procesos tan necesarios como la regulación de caudales, el registro y análisis de variables de cultivo, la alimentación de los ejemplares en las unidades de cultivo, el transporte de los especímenes, la aplicación de tratamientos y la vacunación de los individuos, entre muchas otras labores inherentes cultivo de piloto y masivo de especies hidrobiológicas”.
En cuanto a la ventaja o beneficios de contar con infraestructura, instalaciones y tecnología adecuada en su centro de cultivo, el investigador expresa que “en breves términos podemos resumirlo en una mayor y mejor consistencia operativa, regularidad, precisión, exactitud y mayor seguridad de operación, para el personal, los especímenes en cultivo y el medio ambiente en que el sector realiza su actividad”.
En relación a los principales desafíos que existen en Chile en esta materia, asevera que “la industria de la ingeniería y construcción de centros de cultivo ha dado pruebas durante las últimas décadas de una enorme capacidad para innovar y generar soluciones tecnológicas acordes a los desafíos y oportunidades que la industria salmonicultora ofrece. En ese contexto, creo que existe un espacio para el desarrollo e implementación de nuevos sistemas de cultivo para especies nativas de importancia comercial en Chile y el continente, que reconociendo las diferencias con las especies salmónidas, aproveche al mismo tiempo todo el know how y experiencia acumulada para su aplicación en soluciones específicas aplicables a escala piloto e industrial”.
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Fotografía: Walbusch.