La semana pasada, el vicepresidente ejecutivo de la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), Eduardo Bitran, anunció en Coquimbo (Región de Coquimbo) la apertura de la “Convocatoria para el Desarrollo de la Acuicultura”, iniciativa que es parte de la medida 5 de la Agenda de Productividad, Innovación y Crecimiento que lleva adelante el actual Gobierno y que consiste, básicamente, en dos llamados a concurso para el desarrollo de Programas Tecnológicos de Diversificación Acuícola y para Centros Tecnológicos de Innovación para la acuicultura.
“El Gobierno y la Corfo están buscando diversificar la economía nacional y, preferentemente, a través de la agregación de valor. En este marco, la acuicultura es una de las actividades seleccionadas dada la importancia económica y social que tiene para el país pero que está fuertemente concentrada en los salmónidos”, dice el directorio regional de la Corfo, Adolfo Alvial.
El biólogo de la Universidad de Chile, y que además cuenta con un máster en Oceanografía y un MBA, reconoce que, anteriormente, los “esfuerzos para desarrollar algunas especies acuícolas fueron fragmentarios o dispersos y, además, los programas no duraban más de dos o tres años. Entonces, era común que en las investigaciones no se continuara el desarrollo de conocimientos o se terminaran perdiendo. Con estos nuevos concursos esperamos abordar esos desafíos”, recalca el representante de la Corfo, agregando que el lanzamiento de estas iniciativas en el sur de Chile debería realizarse en los primeros días de junio.
-¿Cuál es la diferencia de estos concursos con el Programa de la Diversificación de la Acuicultura Chilena (PDACh), que fue lanzado en agosto de 2009?
El PDACh tenía una perspectiva de largo plazo y, en parte, venía a remediar la dispersión de los esfuerzos al concentrarse en solo algunas especies como merluza austral, bacalao de profundidad, seriola y corvina. Sin embargo, en algún momento, los programas se interrumpieron y tampoco logró la continuidad que se necesitaba.
Hoy, en base a un buen proyecto, realmente se entrega la responsabilidad a la institución para que en el plazo razonable de hasta diez años cumpla con el desarrollo de la tecnología y partiendo, en algunos casos, de lo ya avanzado en el marco del PDACh.
-¿Pero estos nuevos programas podrían perder su continuidad en el caso de un cambio de Gobierno o la visión de este?
Precisamente la idea de estas iniciativas es la continuidad ya que, al encontrarse dentro de un programa estratégico que tiene una gobernabilidad público-privada, su existencia debiera otorgarles mayor independencia de eventuales variaciones políticas.
Acá hay compromisos públicos, privados, de la academia e incluso de las comunidades.
Eso sí, me gustaría destacar que si bien los programas están pensados para que sean de hasta diez años, si se logra demostrar fehacientemente que se puede hacer en menos tiempo, se suman puntos en la adjudicación.
-¿Cómo y cuáles fueron seleccionadas las especies de cultivo?
Expertos de diferentes ámbitos revisaron todo lo hecho hacia atrás, tanto en acuicultura intensiva como extensiva, y se efectuó un ranking a base del estado de las tecnologías y conocimientos desarrollados para las especies, sus expectativas de mercado y las capacidades nacionales para lograr avanzar, entre otros aspectos.
Las especies son el bacalao de profundidad, congrio dorado y colorado, seriola, corvina, moluscos bivalvos, erizo rojo y loco.
Programas y recursos
-Esta nueva convocatoria consiste de dos tipos de concursos. ¿Podría comentar los alcances de los Programas Tecnológicos de Diversificación Acuícola?
Los programas tecnológicos buscan incrementar la tasa de innovación en productos y procesos en sectores estratégicos. En el caso específico de la acuicultura, estos deben considerar aspectos relacionados con el cultivo de la especie, desde la reproducción y genética, hasta los estudios de mercado.
Es importante decir que se busca que estos programas sean colaborativos en I+D+i y, por lo tanto, ojalá participen más de una universidad (nacional o internacional), centros tecnológicos y empresas. Incluso, esto podría tener la forma de consorcio.
En este caso, Corfo aportará hasta el 80% del costo total del proyecto, con un tope de 283.000 UTM (aproximadamente $12.000 millones). El 20% restante debe ser aportado por los beneficiarios. De este último porcentaje, al menos un 10% debe ser pecuniario. Todo este financiamiento es para un periodo máximo de diez años.
¿Y respecto de los centros tecnológicos?
Estos apuntan al desarrollo de las capacidades donde no existan o estén dispersas, como sucede en el norte del país. Tienen un carácter asociativo y con ello se espera la vinculación de universidades, centros de desarrollo tecnológico y empresas. Algunos de sus objetivos son desarrollar capacidades de investigación, realizar pilotajes y acercar la investigación al mercado. Dentro de sus propuestas deberán considerar las áreas de I+D vinculadas con las brechas tecnológicas identificadas y describir el plan de fortalecimiento, creación de la infraestructura, equipamiento tecnológico y del capital humano avanzado necesario.
En relación con su financiamiento, Corfo aportará hasta $6.140 millones mediante un cofinanciamiento decreciente en tres etapas (80%, 65%, 35%) y en un plazo máximo de diez años.
-¿Cuáles son los plazos de postulación que se están manejando?
En el periodo de agosto-octubre es el de evaluación y adjudicación de los programas y centros. El inicio de estos se contempla para el mes de diciembre de este año. La idea es partir rápido por los tiempos que esto significa.
Mirada de largo plazo
-Específicamente para el sur de Chile, ¿cuáles son las especies a las que se podría optar?
Acá se pueden desarrollar por lo menos tres especies. Ellas son el bacalao de profundidad, la corvina y el congrio dorado en desarrollo integral de la especie y diversificación acuícola. Además de moluscos bivalvos, erizo rojo y el loco, también en diversificación, producción de semillas y repoblamiento de las especies.
-¿Qué le diría a las instituciones y/o empresas que podrían participar de estas iniciativas?
Yo realizaría una invitación en dos sentidos. La primera es a cambiar la mentalidad de los postulantes en el sentido de plantearse plazos e hitos realistas, forma de no generar una frustración innecesaria.
Lo segundo es no tener miedo al fracaso y contar con un plan alternativo que se pueda desarrollar en paralelo, en el caso de que hubiera logros intermedios no alcanzados, por ejemplo, una meta de producción piloto determinada.
Finalmente, es importante destacar que el desarrollo de estos programas no tienen porqué ser secuenciales. Perfectamente se puede ir avanzando en forma paralela la etapa de hatchery y el tema comercial. Al final del día, tener desarrolladas las tecnologías y no contar con los mercados, puede terminar en una frustración.
A nivel mundial, la acuicultura tiene muy buenas proyecciones y esa es la apuesta que persigue la Corfo.