Agricultura y seguridad alimentaria: Ejes centrales de la acción frente al cambio climático

Nov 17, 2016

La COP21 realizada el año pasado en París condujo al primer acuerdo climático mundial vinculante. La cumbre actual en Marruecos está orientada a implementar las promesas de todos los países firmantes.

El mundo debe actuar con rapidez para ampliar las acciones y aspiraciones frente al cambio climático, aseguró ayer el director general de la FAO, José Graziano da Silva, a los delegados que asisten a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP22) que se celebra en Marruecos.

Al intervenir en el día de acción sobre la agricultura y la seguridad alimentaria, Graziano da Silva señaló que el impacto del cambio climático en la agricultura –incluyendo los cultivos, la ganadería, silvicultura, pesca, la tierra y el agua– está ya socavando los esfuerzos globales para garantizar la seguridad alimentaria y la nutrición. Y, en este contexto, los pobres rurales son los más afectados.

Con más del 90% de los países que reconocen el importante papel de la agricultura en sus planes nacionales de adaptación y mitigación del cambio climático, Graziano da Silva subrayó que «es hora de invertir en agricultura sostenible y resiliente al clima como parte fundamental de la solución climática».

La conferencia del año pasado en París (COP21) condujo al primer acuerdo climático mundial jurídicamente vinculante. La cumbre actual en Marrakech, Marruecos, está orientada a implementar las promesas de todos los países firmantes. Haciéndose eco del espíritu predominante en la COP, el Acuerdo de París es irreversible y la inacción sería un desastre para el mundo.

Transformar la agricultura: maximizar los beneficios

Aunque la agricultura contribuye a cerca del 20% de las emisiones de gases de efecto invernadero, es una parte fundamental de la solución para fomentar la resiliencia y combatir el impacto del cambio climático, especialmente en los países en desarrollo donde el sector agrícola es con frecuencia la columna vertebral de la economía.

Impulsar la agricultura puede reducir la malnutrición y la pobreza, crear oportunidades económicas y generar un crecimiento más rápido y equitativo, en especial para los jóvenes.

La agricultura sostenible mejora al mismo tiempo la gestión de los recursos naturales, como el agua; ayuda a conservar la biodiversidad y los servicios ecosistémicos; e incrementa el secuestro de carbono, al tiempo que alivia las presiones que provocan la deforestación.

“Podemos transformar la agricultura para hacerla más productiva y resiliente. Esta transformación puede hacer frente a la triple amenaza del hambre, la pobreza y el cambio climático», señaló el director general de la FAO, asegurando que «los países están reconociendo este potencial con compromisos sin precedentes».

Añadió que para reforzar las actuaciones, es necesario aumentar los flujos internacionales de financiación climática y desbloquear las inversiones adicionales en la adaptación en los sectores agrícolas.

Esfuerzo concertado para priorizar la agricultura

El evento especial de este miércoles, coorganizado por la FAO y el Ministerio de Agricultura de Marruecos, abordó iniciativas climáticas centradas en la agricultura, dentro de la Agenda Global de Acción sobre el Clima, liderada por dos «Campeones climáticos», Laurence Tubiana (Francia) y Hakima El Haité (Marruecos), con el objetivo de unificar y acelerar los esfuerzos de los sectores público y privado para alcanzar los objetivos climáticos internacionales.

En un intento de hacer frente al impacto de la escasez mundial de agua, la FAO lanzó esta semana el Marco de Acción Mundial para hacer frente a la escasez de agua en la agricultura en el contexto del cambio climático.

La escasez de agua, que ya es un problema global importante, se intensificará con el cambio climático y las presiones vinculadas al crecimiento demográfico. Desde California hasta las provincias orientales de China, y desde Jordania hasta el extremo sur de África, se calcula que 4.000 millones de personas –casi dos tercios de la población mundial– padecen una grave escasez de agua, al menos de forma temporal.

La escasez de agua «es uno de los principales desafíos para la agricultura sostenible», subrayó Graziano da Silva, al invitar a países y asociados a unirse a esta iniciativa.

En otro evento paralelo de alto nivel, el director general de la FAO elogió el oportuno lanzamiento de la Iniciativa a Favor de la Adaptación de la Agricultura Africana, un programa emblemático del Reino de Marruecos y que ha sido ya aprobado por 27 países.

La denominada Triple A «impulsará la acción precisamente en las áreas que necesitamos para transformar los sectores agrícolas –gestión sostenible de la tierra y del suelo, mejor gestión del agua y gestión integral del riesgo climático– y la FAO colaborará firmemente para ampliar la iniciativa».

Ello requerirá mayores flujos de financiación climática para la adaptación, y para la agricultura en particular, dijo Graziano da Silva, señalando que actualmente tan sólo el 2% de los fondos para frenar el cambio climático se destinan al sector agrícola. «Eso –añadió– es extremadamente poco, y muy por debajo de nuestras necesidades».

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