Algas en la acuicultura: Una alternativa sostenible para la salud humana

Ene 6, 2017

La coordinadora de Ventas de Acuicultura para Alltech Brasil, Mariana Midori Nagata, analiza el potencial de la industria acuícola y las oportunidades que ofrece el uso de algas en la nutrición.

A continuación, reproducimos una columna de opinión escrita por la coordinadora de Ventas de Acuicultura para Alltech Brasil, Mariana Midori Nagata, sobre el potencial del uso de algas en la acuicultura:

“De acuerdo con los datos publicados en el 2014 por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la industria acuícola fue considerada como uno de los sectores para el suministro de proteína animal de mayor crecimiento en los últimos años. Más de la mitad de todos los frutos del mar –esto incluye peces, mariscos, ostras, camarones, algas y demás alimentos que provienen del agua– que se consume en el mundo, proviene de la acuicultura (producción en cautiverio).

Una de las razones por las que la acuicultura no crece en América Latina al ritmo de China y los países del Sudeste Asiático, es que en muchos de los países de la región la acuicultura se sigue viendo como una industria “nueva” con potencial para resolver los problemas de comunidades pesqueras, promover el auto-empleo en áreas rurales o aumentar el nivel de consumo proteico en la población “menos favorecida”. Pero no es observada como una industria de producción masiva de alimentos como sí es vista en los países asiáticos.

Es necesario, entonces, que en Latinoamérica se eleve el nivel de la acuicultura a una industria con capacidad para atraer capitales privados y complementarlos con inversiones de gobierno para generar una industria alimenticia rentable, como lo puede ser la producción de productos pecuarios como el cerdo y el pollo. La acuicultura debería apoyar la creación de empleos, sustentables, legales y de largo plazo. La actividad es importante también para desarrollar muchas otras industrias como la de procesos, empaques, logística, creación y desarrollo de marcas, exportaciones, comercio internacional, etc. Y no solo actividades acuícolas y pesqueras.

Con el crecimiento de la acuicultura hubo, paralelamente, un aumento de la demanda por fuentes proteicas. Sin embargo, especialmente las de origen animal –las más caras– empezaron a ser substituidas por proteínas de origen vegetal.

Aquí se presenta un tema preocupante: con esta substitución, cada vez más los pescados de producción, especialmente los de aguas dulces y cálidas, que no tienen una exigencia específica de N-3 para su desarrollo (pero que se pueden mejorar los índices de producción e inmunidades de los animales, cuando se suple con fuentes de N-3) dejaron de contenerlo en la dieta y consecuentemente en la carne.

Asimismo, también los peces que tienen cierta exigencia de estos ácidos grasos, como el esmedregal, el salmón y el lenguado. Y que necesitan ser suplidos con N-3 han recibido una dieta con menores cantidades  de aceites y harina de pescado, siendo estas substituidas por harinas de otro origen animal, como bovina, de aves o porcina, y harina y aceites de origen vegetal como de lino, soya, maíz, entre otros.  De este modo, la tendencia es que estos animales de cautiverio tengan un menor porcentaje de ácidos grasos poliinsaturados en su composición.

El DHA (ácido docosahexaenoico) es un ácido graso poliinsaturado de la familia del omega 3 que extremamente importante para la formación del cerebro, del sistema nervioso central, reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, de enfermedades como el mal de Alzheimer y mejora la capacidad de aprendizaje de los niños, entre tantos otros beneficios para los seres humanos y animales.

Se conoce además que los ácidos grasos poliinsaturados N-3 son de extrema importancia en la nutrición de los niños, especialmente en los primeros 5 años de vida y de las gestantes, para la formación y funcionamiento de las células cerebrales y futura capacidad de aprendizaje y memoria de sus hijos. Ante estas necesidades vitales y sostenibles, ¿qué alternativa hay para la producción de alimentos ricos en DHA y EPA (ácidos grasos poliinsaturados) que suplan la demanda mundial?

El uso de una harina de algas, producida de forma totalmente controlada y sin contaminantes, rica en DHA es una realidad. Una manera sostenible, segura y que puede cada vez más atender la demanda de las especies con exigencia nutricional de N-3 y suplir la necesidad humana por vía de alimentos enriquecidos con esta fuente de ácido graso poliinsaturado, especialmente el DHA, naturalmente”.

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