AQUA en ruta: Magallanes y la producción de salmónidos libres de antimicrobianos

Dic 4, 2016

Si bien Magallanes está libre de cáligus y SRS, es BKD la que obliga a administrar antibióticos cuando los peces se están viendo muy afectados. Los salmonicultores tratan de evitar su uso en la medida de lo posible.

La Región de Magallanes tiene condiciones oceanográficas que la hacen muy apropiada para el cultivo de salmónidos. En primer lugar, se trata de un espacio amplio, donde las empresas que participan en el sector han podido ubicar sus centros de cultivo bastante distanciados unos de otros. Así por ejemplo, Salmones Magallanes y Australis Mar tienen operaciones en las cercanías de Puerto Natales, mientras que los de Cermaq y Nova Austral están repartidos al sur del Estrecho de Magallanes. Además, el nivel de corrientes y vientos ayuda a la oxigenación de las aguas.

“Hoy no tenemos parásitos, lo que se ha constituido en una ventaja productiva importante y nos ha permitido obtener mejores pesos de cosecha (5,5 kg en promedio) y a un mejor costo. Algunas empresas también están certificando centros como libres de antibióticos, lo que es impensado para otras regiones salmonicultoras del país”, dice el presidente de la Asociación de Mitilicultores de Magallanes y gerente Magallanes de Nova Austral, Drago Covacich.

Nova Austral ha certificado ya dos centros como libres de antibióticos, a los que se irán sumando más y más, ya que toda la producción que la firma hoy tiene en el agua no ha utilizado estos fármacos. Otras que han obtenido esta certificación son Australis Mar, para su centro “Morgan” y Cermaq, para su centro “Isla García”.

Salmones Magallanes también trabaja en el tema. “Recientemente hicimos un taller de trabajo con científicos y gente de los centros de cultivo enfocado en minimizar y ojalá erradicar la utilización de antibióticos en la región. Lo cierto es que tenemos que ser responsables, pues cuando los peces se enferman tienen derecho a tener una salud digna. De todas maneras, estamos enfocados en ir progresando en el tema”, dice el gerente de Producción Mar, Claudio Dörner.

Si bien la Región de Magallanes está libre de cáligus y de SRS, es la enfermedad bacteriana del riñón (BKD) la que obliga a administrar antibióticos cuando los peces se están viendo muy afectados.  Este patógeno ha estado en las aguas de la zona desde los inicios de la industria y fue la principal causa de mortalidad de las salmonicultoras que iniciaron la industria en las aguas australes por los años 80´o 90´. “Está asociada a cambios bruscos en la temperatura y, aparentemente, se manifiesta mucho más cuando hay más frío”, explica el académico de la Universidad de Magallanes, Dr. Pablo Gallardo.

No obstante, los salmonicultores están dando fuerte la pelea al BKD, intentando mantener peces fuertes, sanos y bien alimentados para que resistan mejor la enfermedad y puedan prescindir de los fármacos. Además, hay bastante optimismo, ya que se cree que por las condiciones geográficas de la región, será más fácil cumplir con el objetivo de evitar los antibióticos.

A los productores magallánicos también les interesa que el crecimiento de la industria en dicha zona sea lento y con una buena planificación, ya que “siempre que la masa crítica aumente habrá más riesgo”, como planea Covacich, quien también destaca que si bien hoy no hay piojo de mar nada asegura que en el futuro pueda aparecer, pues en las aguas frías de Noruega existe este tipo de parásitos, como también está presente en especies endémicas del país.

¿Cómo mantener una buena condición sanitaria?

Pablo Gallardo afirma que “si los salmonicultores de Magallanes respetan los principios básicos de flujo y espacio, sumado a parámetros de calidad de agua apropiados para el cultivo (como temperatura y oxígeno), la sustentabilidad se mantendrá”. Además, llama a que cuando se piense en crecer “se prioricen los conceptos antes mencionados y no se interpongan intereses comerciales o económicos, ya que la respuesta negativa del medio ambiente suele manifestarse inicial y principalmente en contra del mismo cultivo”.

El investigador también considera necesario “trabajar en reproducción y nutrición, ya que hay muy pocos trabajos que involucren nutrición de reproductores y su efecto sobre las progenies. Es ahí donde nace el ciclo productivo y, por lo tanto, se debe partir con el pie derecho, sobretodo en la Región de Magallanes que busca cerrar su propio ciclo productivo sin depender de otras regiones”.

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