Luego de un proceso exitoso de veda biológica de 83 días que fijó la protección del cenit reproductivo de sardina común y anchoveta, se dio inicio esta semana a la parte final de la temporada de pesca pelágica correspondiente al año 2015.
La apertura de la veda marcó también el debut del posicionador satelital (GPS) para las labores extractivas de la flota pelágica que opera en la región, lo que permitirá también el resguardo de la primera milla.
Según lo informado en el sitio electrónico de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca), los primeros desembarques en la Región del Biobío dieron cuenta de un alta disponibilidad del recurso, con predominancia de ejemplares de tamaño superior a los 12 centímetros, lo cual evidencia rendimientos de hasta 40 unidades por litro.
Por otro lado, se destaca la presencia del recurso sardina común con un registro superior al 95% en los desembarques, por lo que se espera que esta situación de normalidad se mantenga durante todo el mes de noviembre, con la finalidad que los usuarios del sector pelágico finalicen las cuotas asignadas.
La directora zonal de Pesca y Acuicultura de la Región del Biobío, Lilian Troncoso, sostuvo que estos primeros reportes de desembarque pueden visualizarse de manera optimista, en el sentido que se aprecia un recurso sano de acuerdo con los tamaños registrados.
La representante regional de la Subpesca precisó que las medidas de conservación, como las vedas biológicas, son necesarias y fundamentales para asegurar la protección de los recursos, asegurando con ello la sustentabilidad futura de la pesquería.
«Una veda reproductiva salvaguarda el ciclo natural del recurso, especialmente en la etapa de reproducción de los especímenes adultos. Al no existir protección de las hembras durante el desove se corre el riesgo de agotar el recurso», enfatizó.
Lilian Troncoso detalló que ahora corresponde esperar los estudios científicos que realice el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP), antecedentes que son entregados al Comité Científico Técnico para tener una visión más completa de la condición actual del recurso y de la pesquería, la que desde el punto de vista económico y social, es una de las más importantes de la región, tanto por la cantidad de embarcaciones industriales y artesanales que laboran, como por la concentración de plantas de proceso existentes.