(Camara)Por 43 votos a favor y tres abstenciones, la Cámara de Diputados de Chile aprobó el proyecto de resolución N° 217, que solicita a la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, y a la Ministra de Salud, un reglamento de ejecución de la ley N° 20.606, de 2012, sobre composición nutricional de los alimentos y su publicidad.
La petición plantea que este reglamento cumpla estrictamente con los estándares determinados por la norma legal de base, de manera tal que entregue información nutricional clara y fácil de percibir por la ciudadanía, requisito indispensable para asegurar un combate más efectivo en contra de distintas enfermedades crónicas no transmisibles como la obesidad, la diabetes, la hipertensión, las patologías coronarias y el cáncer, que son las patologías que causan más muertes e invalidez en el país.
En segundo lugar, el texto rechaza el intento de la industria alimentaria nacional y extranjera de buscar una regulación reglamentaria laxa, que en los hechos suponga limitar los efectos de la Ley N° 20.606, aprobada por el Congreso Nacional.
El proyecto de resolución fue presentado por los diputados Cristina Girardi (PPD), Marco Antonio Núñez (PPD), Alejandra Sepúlveda (Ind), Karol Cariola (PC), Marcelo Hernando (PRSD), Claudio Arriagada (DC), Gabriel Boric (Ind), Vlado Mirosevic (Ind), Maya Fernández (PS) y Denise Pascal (PS).
En el documento, los legisladores subrayan que los ciudadanos deben adoptar mejores decisiones de compra en aras de su salud y la de su familia. «Para ello, es indispensable que el nuevo Reglamento de ejecución de la ley tenga unos contenidos tales, que aseguren el derecho a conocer de manera fácil, clara y verdadera, cuál es el contenido específico de los productos que se van a consumir».
Asimismo, señalan que en el proceso de consulta del reglamento correspondiente, ha existido una fuerte actuación pública y privada de las industrias de alimentos, especialmente grandes corporaciones transnacionales, las cuales han realizado una campaña de lobby que pretende justificar el relajo de las normas sobre etiquetados, en la necesidad de sostener el crecimiento de la economía».
Añaden que «tales argumentos no sólo son falaces, sino que además y eso es lo más grave, suponen una amenaza a la salud de la población, especialmente de las niñas y niños de Chile, que están siendo expuestos a consumir alimentos que contienen azúcares, grasas saturadas y sodio (sal) en niveles superiores a los recomendados por la Organización Mundial de la Salud.