«Desconcierto y rabia», son las palabras con las que Luis Gómez, presidente de la Federación de Pescadores Artesanales de la Comuna de Pichilemu, en la región de O’Higgins, utilizó para referirse a la situación de crisis que pescadoras y pescadores artesanales están viviendo a raíz del Covid-19 (coronavirus).
Según advirtió el dirigente, el sector pesquero, especialmente recolectores, algueros y buzos mariscadores, no están accediendo a ayuda alguna por parte del Gobierno, pese a que se encuentran sin poder trabajar por el mal tiempo y las vedas de algunos recursos, como las algas.
«El Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) no está llegando a nadie porque se necesita actualizar los datos y nadie ha informado ni ayuda para realizar los trámites; al contrario, solo ponen trabas, por lo que mucha gente no ha podido acceder. Y a pesar de tener la Ficha de Protección Social, aparecen fuera del 40% más vulnerable», enfatizó Luis Gómez.
A su vez, indicó que ni las cajas con mercadería fueron debidamente repartidas por el alcalde de la comuna, Roberto Córdoba, quien, según dijo, distribuyó arbitrariamente la ayuda del Gobierno, a pesar de solicitar personalmente apoyo para el gremio artesanal.
«Ya no sé a quién recurrir para ir en ayuda de mi gremio, y de las y los pescadores que hoy se encuentran desamparados. Todos los políticos se llenan la boca con los bonos, las cajas y todo lo demás, que se supone que está recibiendo la gente, pero nada de eso se ve en la realidad», sentenció el representante de la pesca artesanal.