La búsqueda de nuevas especies comerciales como la trucha, la corvina y diversas especies de moluscos, ha llevado a la experimentación con sistemas de cultivo adaptados a sus características únicas. Esta expansión no solo brinda oportunidades para diversificar los productos y los mercados de exportación, sino que también contribuye a la conservación de las especies autóctonas y a la reducción de posibles impactos ambientales negativos.
Un ejemplo de ello es la experiencia y proyecciones del cultivo de Seriola lalandi, o también conocida como yellowtail, hiramasa o palometa, a través del cultivo en tierra utilizando sistemas de recirculación (RAS). La Sales & Project Director en Acuícola del Norte (Acuinor), Muriel Teixido, comenta que el desarrollo del cultivo de seriola en todo su ciclo productivo, ha implicado enfrentar grandes desafíos, cerrar brechas y generar el conocimiento técnico suficiente para definir y concluir exitosamente cada uno de estos procesos.
“Esto ha implicado generar el conocimiento básico de la especie, conocer sus requerimientos, sus demandas, sus emisiones y trabajar en una serie de proyectos en las áreas de reproducción, genética, alimento vivo, nursery, pre engorda, engorda, ambiente, nutrición, salud, bioensayos y desarrollo de unidades de cultivo intensivas en ambiente controlado, como parte de los programas estratégicos de Corfo. Lo que ha permitido desarrollar, en conjunto con ingeniería nacional, la tecnología de especie-específica para la producción de este pez”, detalló Muriel Teixido.
Para ello, fundamental ha sido además la generación de capital humano más preparado en áreas técnicas, con conocimientos de ingeniería, bioquímica y salud de peces por nombrar algunas. “En estos tipos de desarrollos es importante contar con conocimientos y experiencia en temas productivos propios de la actividad, junto con lograr una acabada comprensión del funcionamiento de las tecnologías RAS, para maximizar el entorno y medio ambiente de los peces en cultivo”, añadió.
Afirmó que, para la realización de este tipo de proyectos de innovación, es fundamental el apoyo del Estado. De lo contrario se hace muy difícil la participación de privados por sí solos.
“Estos desarrollos requieren de una colaboración público privado-academia con una mirada de largo plazo a fin de facilitar la materialización de inversiones productivas, la generación de conocimiento científico y soluciones tecnológicas que posibiliten el cultivo de una nueva especie”, agregó.
“En nuestro caso, el apoyo de Corfo ha sido fundamental para lograr el desarrollo tecnológico y productivo. Acuinor viene trabajando con la institución desde el año 2007 en una serie de proyectos y de dos grandes iniciativas como lo han sido el PDAC y el PTEC (Programa Tecnológico Estratégico), este último aún en desarrollo. En materia comercial destacamos el gran apoyo y acompañamiento de ProChile que a través de distintos instrumentos nos ha permitido desarrollar diversas actividades para el desarrollo, fortalecimiento y puesta en práctica de nuestro plan de crecimiento exportador”, comentó Muriel Teixido.
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Fotografía referencial: Corfo y Fundación Chile