«La emergencia sanitaria global nos deja mucha incertidumbre porque no podemos proyectar próximos eventos en el corto plazo en tanto no sea controlada. Nos tocó vivir esta plaga que se da una cada 100 años. Ahora no sabemos cuándo puede venir la próxima porque hay tantas variables desconocidas. Sin embargo nos deja también muchos aprendizajes en lo personal, institucional, social, la economía y el rol del Estado en cada nación, pero también en la visión de conjunto para manejar crisis de esta magnitud planetaria».
Así comenzó diciendo la Asociación de Talleres de Redes y Servicios Afines de Chile A.G. (Atared) en su último boletín gremial (número 58) y que lleva por título «Rol del Estado en pospandemia».
De acuerdo con el gremio, hoy no dimensionamos aún el éxito de la ciencia y tecnología buscando soluciones efectivas y rápidas entre muchos países. Un ejemplo concreto de cómo, en diez meses, se crearon y perfeccionaron vacunas que antes tomaban tres años.
«Con la incertidumbre asociada a tener que romper paradigmas, con riesgos no resueltos para la vida humana, venciendo la desconfianza y sentido de urgencia, las vacunas que están aplicándose a la población son exitosas hasta aquí. Sin duda la innovación y el desarrollo continuarán en áreas de la informática, la distribución y logística en la cadena de operaciones», subrayó la Atared.
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A su vez, el gremio ligado a la industria acuícola argumenta que como nunca, la modernización del Estado probó ser uno de los temas claves; las naciones más digitalizadas pudieron llegar con respuestas más rápidas a sus ciudadanas y ciudadanos más vulnerables focalizando de mucho mejor manera la ayuda y atención necesaria.
En esta línea, la Atared destaca que «los países con mayor ahorro destinaron más recursos al manejo de la pandemia. Aquellos con mayor cobertura territorial de la red de salud pudieron atender más enfermos. Sin duda como país tenemos una posición relativa mejor a la de muchos otros y la buena gestión del Gobierno resolvió muchos puntos críticos en un escenario de desconocimiento mundial de cómo tratar, contener y superar la enfermedad provocada por el Covid-19 (coronavirus)».
«En el ámbito acuícola que nos compete, la situación generó niveles altos de complejidad operacional -entendible por la falta de información verificable-. La producción bajó al igual que la productividad, todos los mercados redujeron demanda de manera importante, etcétera. Todo indica que en el segundo semestre posiblemente se comience a recuperar el ritmo productivo. Y así como en el boletín anterior replicamos varias sugerencias de expertos para la reactivación de las empresas y la actividad privada, en este exploramos los cambios que son necesarios por parte del Estado. En el escenario de corto plazo de gestión que le queda al Gobierno, vemos una serie de medidas prácticas para realizar en el año que queda, como también sentar las bases de otras que requieren más tiempo», ahonda el gremio.
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Y esa serie de medidas prácticas que cita la Atared tienen que ver con la coordinación interinstitucional de emergencia; el reforzar canales digitales; control cruzado de datos e información; diversificación productiva en la pesca artesanal; potenciar la acuicultura a pequeña escala (APE); poner el foco en las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes); y avanzar en ciencia y tecnología.
Para conocer el detalle de esas medidas, descargue a continuación el Boletín_Gremial_Atared.