Salmones Camanchaca informó este miércoles 24 de febrero sus resultados al cuarto trimestre del año 2020, desfavorablemente afectados por la pandemia del Covid-19, que significó una caída de un 27% en los precios del salmón Atlántico, una baja de 35% en el volumen de ventas y aumentos de costos por medidas sanitarias preventivas, respecto de igual trimestre de 2019.
Para hacer frente a condiciones excepcionales de mercado, la compañía profundizó su estrategia de negocios hacia productos de mayor valor agregado, destinando más de 80% de la materia prima a filetes y porciones versus el 60% en el cuatro trimestre de 2019. Pese a los mayores costos que esto supone y la implementación de un estricto protocolo para evitar contagios por covid-19, el costo total de procesos se mantuvo bajo el objetivo de largo plazo de US$1 por kilo.
“El año 2020 puso a prueba todas nuestras capacidades para adaptarnos a condiciones de mercados de excepción, manteniendo la continuidad de la producción; cuidando a nuestros trabajadores para que fueran a trabajar, y movilizando productos por todo el mundo para preservar el flujo de venta. Todo este aprendizaje nos permite hoy estar en mejores condiciones para aprovechar la recuperación que estamos viendo, con más flexibilidad operativa y comercial, una estructura de costos más liviana y un equipo de talentos muy comprometido”, comentó Ricardo García Holtz, vicepresidente de Salmones Camanchaca.
El ejecutivo precisó que “estamos muy optimistas respecto del segundo semestre de 2021, pues ha habido un cambio de hábitos de consumo de salmón que aumentará el consumo per cápita: las personas aprendieron a comer salmón en casa, una proteína súper simple de cocinar y un súper alimento”.
En el cuarto trimestre de 2020, el resultado neto fue una pérdida de US$ 7,5 millones, con elementos positivos por la recuperación de precios durante las últimas semanas del año, que alcanzó niveles cercanos a los meses pre-pandemia, según lo informado.
En 2020, los ingresos totalizaron US$ 255,4 millones, un 25% menos que el año anterior por la combinación de menos precio y volumen, y el EBITDA fue US$ 3,2 negativo.
Las cosechas del año de salmón Atlántico se mantuvieron en las 53 mil toneladas WFE y las de salmón coho, en su segunda temporada, anotaron 3.614 ton WFE, mayor a la de 2019. Para 2021, la compañía mantuvo sus estimaciones en torno a 53.000 y 55.000 toneladas WFE para el salmón Atlántico y 2.000 toneladas WFE para salmón coho, especie que será sembrada este año en condiciones de densidad óptima, es decir, menores costos.
En su análisis, la empresa destacó también los mejores resultados del negocio de la trucha arcoíris, que contribuyó con US$ 2,3 millones a Salmones Camanchaca en 2020, comparado con la pérdida de US$ 2,5 millones en 2019. En este negocio, renovó la asociación de la que participa por un plazo de seis años a contar de enero 2023, pero con 2/3 de su volumen dejando el tercio restante para crecimiento propio de la compañía.
El reporte también informó sobre la suscripción de un nuevo crédito, que se materializó a inicios de 2021, dentro del paquete del sindicado 2017, que agregó US$35 millones de los bancos DNB y Santander, lo que confirma la solidez financiera en tiempos adversos.
La compañía también confirmó que las medidas preventivas para evitar contagios de Covid-19 en trabajadores y así preservar la continuidad operativa dieron resultados, detallando que semanalmente se realiza un test universal (más de 35.000 a la fecha) y una tasa de positividad inferior a 0,5%.