Con la entrega de alimentos de primera necesidad pensados en cubrir al menos tres meses, la Municipalidad de Puerto Montt (Región de Los Lagos) concretó la ayuda social a las primeras 85 familias afectadas por la cesantía provocada por la nueva crisis que atraviesa la industria del salmón.
Al respecto, el alcalde Gervoy Paredes detalló que estos son los primeros beneficiados de un total de 200 familias en una primera etapa. «Son cuatrocientos en total, porque en julio nos comprometimos con 200 más y en septiembre con 200 más. En total vamos a ayudar a aproximadamente 600 personas, madres jefas de hogar y padres que ya no están trabajando y son cesantes de la industria del salmón», precisó el edil, añadiendo que algunos obtuvieron un finiquito de $10.000 pesos y otros de $80.000, «que no les alcanza para nada».
Paredes ahondó que «ahora queda la labor del Estado acerca de qué es lo que va a hacer con los cesantes del salmón, y el Gobierno tiene que trabajar con ellos para ver una solución y así ofrecerles una alternativa».
Viviana Igor, vocera de los operarios cesantes de la industria salmonicultora, comentó que están «emocionados porque por fin llegó la ayuda a estas 85 personas que están sin trabajo por ya cuatro meses. Luego vendrán 115 personas más y posteriormente, 200 cupos más. A esto esperamos que se sume más ayuda para todo el resto de trabajadores», enfatizó.
Por su parte, César González, dirigente de los operarios cesantes del mismo rubro, dijo que este aporte es «muy relevante porque hay gente por meses sin trabajo, y esto nos ayuda a paliar esta cesantía. Nosotros hemos organizado eventos para tener recursos, como una jornada cultural, y un baratillo que organizamos para generar recursos para nuestra gente», precisó.
De igual manera, formuló un llamado a los empresarios para que abran cupos de trabajo o de capacitación, y así puedan tener algún ingreso que les ayude a mitigar la cesantía.
En esa línea, Blanca Contreras, operaria que también está cesante, manifestó que su familia solo se mantenía con una pensión de su marido, y por eso ella debía laborar para aportar al ingreso del hogar. «Ahora, como estoy sin trabajo, todos los días debemos pensar en financiar la leña, comida, gas, y a veces no podíamos tener las cosas para alimentarnos o mantenernos, y esta ayuda es importante por eso, porque podremos mantenernos por un tiempo», concluyó.