Postergan la importación del salmón transgénico

Feb 1, 2016

A fines del año pasado se anunció la aprobación de la producción y comercialización del salmón transgénico en Estados Unidos, aclarando que su cultivo no se realizaría en suelo estadounidense. También se informaba que no sería necesario etiquetarlo, sin embargo se ha producido un cambio en los acontecimientos, la FDA ha publicado un comunicado en el que se prohíbe la importación de salmón transgénico hasta que detalle las directrices sobre su etiquetado, algo a lo que le obliga una nueva ley.

(Gastronomiaycia) Tras varios años de espera, en noviembre de 2015 la Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) comunicaba la aprobación de la producción y comercialización del salmón genéticamente modificado de AquaBounty Technologies, por lo que el salmón transgénico se convertía en el primer alimento animal modificado genéticamente aprobado en Estados Unidos. La FDA aseguraba que AquaBounty Technologies había cumplido con todos los requisitos exigidos para la aprobación del nuevo alimento, afirmando que el salmón no representaba ningún riesgo para la salud humana.

Por otro lado, dicho salmón solo se podría cultivar en centros situados en Canadá y Panamá, no permitiendo su producción en suelo estadounidense pero sí su comercialización, esto era algo que sorprendía porque se podía comer pero no producir. La FDA explicaba que se encargaría de llevar a cabo la inspección de las instalaciones donde se cultivaría el salmón para verificar que las medidas de seguridad adoptadas se mantienen, paralelamente también anunciaba que las agencias de los países en los que se podría producir (Canadá y Panamá) realizarían las inspecciones periódicas con la misma finalidad. Pues bien, recientemente se supo que la FDA prohíbe la importación del salmón transgénico hasta que publique las directrices sobre su etiquetado.

Esto también sorprende, ya que en principio se había anunciado que el salmón genéticamente modificado no sería identificado a través de un etiquetado basándose en el principio de equivalencia. Según este principio, un alimento transgénico es seguro cuando es significativamente equivalente en composición y características nutricionales a un alimento tradicional. Por supuesto, esto no sentó nada bien a los grupos ambientalistas, investigadores que están en contra del nuevo alimento transgénico y muchos consumidores que reclaman su derecho a saber de los alimentos.

[Iniciativas intentan revocar la aprobación del salmón transgénico]

Tras la aprobación del salmón genéticamente modificado, Food & Water Watch puso en marcha una campaña que tenía como cometido intentar que se revocase la aprobación del salmón transgénico, ya que el Congreso de Estados Unidos y el Presidente Barack Obama tenían la capacidad de frenar la aprobación. Paralelamente otras organizaciones no se oponían a la aprobación, pero centraron su reclamación en la puesta en marcha de un etiquetado que permitiera a los consumidores conocer la procedencia del salmón y así poder ejercer su derecho a saber y elegir los alimentos que adquieren según sus creencias y convicciones.

El caso es que la FDA prohíbe la importación del salmón genéticamente modificado a raíz de un texto de una ley aprobada por el Congreso de Estados Unidos recientemente, denominada Ley de Gastos de Ómnibus (ley general para gastos del año fiscal 2016 que el Presidente Obama firmó en diciembre), obliga a las agencias reguladoras a prohibir la venta del salmón transgénico hasta que no se aclare el asunto del etiquetado. Hay que decir que este proceso puede tardar años y va a representar otro retroceso para AquaBounty Technologies. Tras varios años de espera y al fin obtener la aprobación, ahora se ve forzada a esperar nuevamente hasta que se preparen las normas del etiquetado.

En la mencionada ley se obliga a la FDA a que asigne al menos US$150.000 para el desarrollo y puesta en marcha de una guía que permita a los consumidores identificar el salmón genéticamente moificado. En su momento, la FDA también dio a conocer un proyecto de orientación para que las empresas que lo deseasen de forma voluntaria pudieran etiquetar el salmón como producido mediante el uso de la biotecnología, algo que por supuesto no convenció, ya que las iniciativas voluntarias no suelen prosperar.

El caso es que el salmón transgénico denominado por sus detractores «Frankenfish», no entrará en el mercado estadounidense hasta que se aclare este asunto según se explica en el comunicado de la FDA. Por su parte, los responsables de AquaBounty Technologies explican que este problema no va a afectar a las operaciones que lleva a cabo la empresa, algo que es difícil de creer.

Al margen del etiquetado, también están afectadas las importaciones de productos del mar de otros países, en los que se han utilizado nuevos fármacos veterinarios para su desarrollo y que no han sido aprobados por la FDA.

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