A comienzos de esta semana, un grupo de federaciones de trabajadores de la industria pesquera hicieron llegar una carta a AQUA donde dijeron sentirse en «estado de alerta» ante la que según ellos es la falta de ordenamiento de la pesquería de la jibia por parte del Ejecutivo, además de la preocupación que les generan mociones como las que buscan licitar las cuotas y otras que pretenden poner fin a la pesca de arrastre.
En respuesta, el presidente de la Federación de Trabajadores Pesqueros (Fetrapes), Juan Montenegro, también hizo llegar a este medio de prensa una carta donde sostuvo que en «representación de los trabajadores pesqueros de la Región del Biobío que son parte de la Fetrapes, me veo en la obligación de refutar las declaraciones de los dirigentes que están en ‘estado de alerta’ por el actual escenario pesquero».
A continuación reproducimos íntegramente las palabras de Montenegro:
«La situación de precariedad que afecta a nuestras fuentes laborales es culpa de la actual ley de pesca, y desde la Fetrapes lo hemos dicho con fuerza.
En estos dos años, según la información del Servicio de Impuestos Internos (SII), ya suman 1.874 los trabajadores despedidos por la gran industria, a los que se deben agregar los recientes despidos.
Lo lamentable es que el actuar de organizaciones como Fesip, Festrach, Fetrapec, Agopesi y Fetrinech, son las que han permitido que esta situación se mantenga, porque ha sido más conveniente apoyar los intereses de los grandes empresarios y mantener a los trabajadores como temporeros del mar, que exigir los derechos que nos corresponden.
Hablo de una legislación que nos trate como cualquier trabajador chileno, con una plataforma social que nos avale y donde el mercado esté a nuestro favor. Hablo de una ley que impida que el monopolio de empresas impongan sus propias reglas y menoscabe –a través de resquicios- la labor del trabajador pesquero.
Esa debería ser nuestra lucha.
No debemos blindar los privilegios de unos pocos empresarios industriales ni ser parte de una campaña del terror, porque en ese escenario solo han ganado sus bolsillos y los grandes perdedores son los trabajadores.
Al leer la carta de estos dirigentes y el agradecimiento que dan a los diputados Jorge Ulloa y José Miguel Ortiz, solo puede ratificar que han perdido el horizonte o que nunca lo tuvieron, porque sus demandas no son la de los trabajadores (mejor empleo y una real plataforma social) sino de sus patrones industriales.
Por último, y dada las cifras que ellos mismos ratifican mostrando la cesantía y precariedad del sector, puedo reiterar que quienes han depredado los recursos pesqueros no es solo la pesca ilegal, no son los extranjeros, son los grandes industriales que siguen impidiendo la recuperación de los recursos pesqueros y que el sector pesquero sea pujante en beneficio de todos los chilenos y de nuestros gremios».