Gestión de residuos: Avances que impulsan la sustentabilidad

Abr 23, 2024

Las proveedoras están jugando un papel fundamental en la transformación de la salmonicultura chilena hacia una industria más sostenible.

Las soluciones innovadoras que estas empresas están desarrollando e implementando son esenciales para reducir el impacto ambiental de la actividad salmonicultora y mejorar la competitividad del sector.

La salmonicultura chilena, una de las industrias más importantes del país, enfrenta un desafío crucial: La gestión responsable de sus desechos, debido a que  la producción genera una gran cantidad de residuos, que van desde mortalidades de peces hasta plásticos y otros materiales de infraestructura.

Según la ingeniera en Biotecnología, Máster en Tecnologías Geoambientales y cofundadora de la empresa Synapsis Innovation SpA, Paola Ballerino, al pensar en los residuos de la salmonicultura, se deben separar los residuos orgánicos de los inorgánicos, cuyos orígenes y destinos son muy diferentes, así como los desafíos a los cuales se enfrenta su gestión.

“La mayor parte de los residuos orgánicos generados por la industria del salmón son lodos provenientes de pisciculturas y tratamiento de residuos líquidos, mortalidad (vísceras, descartes, desprendimientos, entre otros) y alimento no consumido. Los residuos inorgánicos, por su parte, están compuestos por plásticos como envases, bolsas de alimento, capas de bioseguridad, guantes, botas, flotadores, boyas etc.; residuos domiciliarios como papel, cartón y chatarra, una importante cantidad de plumavit y residuos peligrosos como aceites, baterías, pilas o tubos fluorescentes”, explica Paola Ballerino.

Indica que “en total, la salmonicultura genera aproximadamente 78 tipos de residuos de los cuales se recicla menos del 25%. El resto se lleva a vertederos y rellenos sanitarios (BCN, junio 2023). Siguiendo esta misma segregación, se pueden  identificar también grandes diferencias entre los avances en la gestión de cada uno de estos residuos. En términos de residuos inorgánicos, podemos identificar varios ejemplos de reutilización y reciclaje de plásticos, incluso dentro de las  mismas empresas”.

En otros casos, señala, estos materiales son enviados para alimentar otros procesos productivos y confeccionar diversos productos, algunos para la misma industria salmonera (pediluvios, racks, o pallets), pero también para diferentes usos y  mercados (composteras, basureros, mesas, entre otros). No obstante, indica que en el caso de los residuos orgánicos este proceso ha sido más lento y menos innovador.

“Desde hace más de una década, las universidades de la región han venido desarrollando exitosos proyectos de investigación para el uso de lodos de piscicultura en el mejoramiento de suelos agrícolas, por su alto contenido de  fósforo y nitrógeno, sin embargo, no fue sino recién hace un par de años que el reglamento de Lodos para Pisciculturas fue aprobado, restando aún trámites administrativos para que éste sea oficial y pueda ser aplicado para el uso de estos lodos como biofertilizante”, comenta la ingeniera.

Destaca que “en el mismo ámbito de la gestión de los residuos orgánicos de la salmonicultura, podemos ver cómo aún existen brechas en el proceso de ensilaje para la valorización de la mortalidad de los salmones en producción de harina de pescado. Una gran cantidad de este subproducto es descartada en vertederos, por no cumplir con los parámetros de calidad requeridos para este fin. Esto ocurre debido  a la falta de monitoreo de parámetros críticos del proceso, principalmente el pH, que a su vez depende del control de la dosificación del ácido fórmico y la homogeneización de la mezcla. Hoy en día a través del uso de herramientas de IA e  IoT se podría fácilmente lograr la automatización y control de parámetros a distancia de este proceso, evitando el deterioro y desperdicio de este subproducto”.

En términos de servicio, asevera que, si bien se han levantado numerosas iniciativas, especialmente para el reciclaje de los residuos inorgánicos, “no existen aún sistemas integrales que se hagan cargo de la recolección y procesamiento de todos ellos, debiendo ser cada empresa la que busque conectar  con cada una de las soluciones disponibles, de manera aislada y muchas veces, fuera de la región”, acota.

En cuanto a los principales desafíos sostiene que además de lo ya expuesto, “respecto de integrar las soluciones a través de infraestructura y servicios de gestión ‘multiresiduo’ y multipropósito, transitar hacia otras opciones de valorización de los residuos orgánicos que se generan en la salmonicultura  (especialmente lodos de pisciculturas y mortalidad) constituye  una tarea que es fundamental asumir. El desarrollo y optimización de procesos eficientes de digestión anaeróbica, es un desafío país de todos los sectores productivos, especialmente de aquellos que generan una gran cantidad de residuos  orgánicos con potencial para la producción sostenible de bioenergía, bioquímicos, biocombustibles y bioproductos, bajo el concepto de Biorefinería de Economía Circular”.

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Fotografía: Resiter.

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