(Estrategia) El Gobierno puso en marcha el reglamento que endurece la fiscalización a las compañías pesqueras industriales del país y al sector artesanal, esto, a través de los denominados observadores científicos que tendrán como funciones recopilar, registrar y dar cuenta de los datos e información biológica de las operaciones de este mercado, puntos de desembarque o procesamiento de los distintos recursos existentes.
En ese sentido, de acuerdo con el decreto de ley, la autoridad, dentro de los diez días anteriores al inicio de cada mes calendario, establecerá mediante resolución la nómina de las naves o embarcaciones seleccionadas por una o más pesquerías para efectos de aceptar a bordo a uno o más observadores científicos.
La destrucción, sustracción o revelación indebida de los datos recopilados por parte del observador científico constituirá infracción grave al principio de probidad o incumplimiento del convenio de administración, según corresponda.
Lo anterior, dado que la información recopilada cada vez será de Subpesca y utilizada para fines netamente científicos, de conservación de los recursos y de administración pesquera, llevando de este modo un registro de las capturas que se llevan a cabo. Y a la vez, estos datos no servirán para fines de sustentar denuncias ni para la aplicación de sanciones relacionadas con diversas prácticas del sector que irían contra la sostenibilidad, subrayó el Gobierno.
Para todo esto, la Subpesca suscribirá un convenio de administración y operación por el cual encargará a una o más instituciones el sistema de observadores científicos.
Este proceso se enmarca en la crisis que experimenta el sector pesquero nacional, que ha hecho que las cuotas entregadas por el Ejecutivo a cada empresa hayan bajado a la mitad este año, cosa que se mantendría en el mediano plazo.