(El Mercurio) Como una industria clave y un sector estratégico para el país, definió a la salmonicultura el ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes. El secretario de Estado está consciente de que esta actividad no está atravesando por su mejor momento.
«Sabemos que la industria está perdiendo competitividad por enfermedades, por restricciones de acceso a mercados, por menores precios de venta y también por mayores costos de producción», advirtió el ministro. Y agregó que los costos locales para producir salmón son significativamente más altos que los que enfrenta el líder en esta materia, Noruega, y que también se encuentran por sobre los de Canadá.
Pese a que varias de las empresas de la industria doméstica operan con pérdidas en este minuto, Céspedes está optimista respecto de las posibilidades que tiene el rubro hacia el futuro. No obstante, manifestó que se deben realizar cambios para dotar al sector de una mayor competitividad. Esto, sin alterar los estándares de sustentabilidad.
En esta línea, el ministro afirmó que están abiertos a revisar la normativa sanitaria que rige a la acuicultura. Añadió que desarrollan, en conjunto con el sector privado, diferentes iniciativas que permitan reducir las brechas de productividad que existen en la industria.
Lo anterior, con el fin de que este sector pueda recuperar su competitividad. El ministro de Economía sostuvo que se está trabajando en distintos proyectos que permitan enfrentar los «lomos de toro» que tiene el actual modelo sanitario.