Investigan aumento de incidencia de micobacteriosis en centros de cultivo de salmón noruego

Ago 7, 2023

Se trata de una enfermedad grave que afecta al salmón del Atlántico, registrando la mayoría de los casos en instalaciones de Sistemas de Recirculación Acuícola (RAS).

Investigadores de Pharmaq Analytiq Noruega profundizaron en la creciente incidencia de la micobacteriosis en los centro de cultivo de salmón noruego. Los casos de micobacteriosis, una enfermedad grave que afecta al salmón del Atlántico relacionada predominantemente con infecciones por Mycobacterium salmoniphilum, parecen estar aumentando en dicho país.

Un estudio retrospectivo que examina los registros de Pharmaq Analytiq Noruega entre 2018 y 2022 sugiere que hubo un aumento en los diagnósticos positivos durante el período de tiempo, con un aumento más pronunciado durante 2021, así informaron los científicos en Fish Health Forum.

El repunte da pie a nuevos análisis

Antes del año de inicio del estudio, 2018, la enfermedad solo había hecho apariciones esporádicas en los registros de diagnóstico.

«Lo que inició nuestro trabajo fue que, durante 2021, nos dimos cuenta de que teníamos bastantes casos de micobacteriosis, lo que era diferente en comparación con años anteriores, en los que teníamos pocos. Esto despertó nuestro interés y empezamos a trabajar de forma más sistemática con los datos», explicó el patólogo veterinario de Pharmaq Analytiq, William Reed, quien dirigió la investigación.

Además de examinar las cifras, los científicos se propusieron confirmar los casos sospechosos, describir los cambios observados en los brotes de la enfermedad y detallar algunos de los antecedentes de los casos, como el tipo de lugares y la geografía donde se produjeron.

Riesgos en los RAS

Una observación notable fue la repetición de casos en instalaciones de Sistemas de Recirculación Acuícola (RAS), mientras que en los emplazamientos marinos las incidencias fueron principalmente aisladas.

Una teoría es que una vez que las micobacterias consiguen entrar en la instalación, pueden establecerse en el biofiltro, donde pueden colonizar y prosperar, dijo Reed.

«También sabemos por la bibliografía que una vez que las micobacterias colonizan, son increíblemente difíciles de eliminar. Así que aunque se desinfecte y limpie el biofiltro, puede que no se consiga del todo, y potencialmente a partir de ahí pueden infectar a varias generaciones de salmones antes de ser transferidas al mar», explicó.

Los resultados apuntan a la evolución de la enfermedad

La mayoría de los 35 casos (31) incluidos en el trabajo, resultaron ser crónicos, como se ha descrito principalmente en los trabajos sobre la enfermedad realizados hasta la fecha. Sin embargo, cuatro casos eran agudos y mostraban daños más graves en los órganos y tejidos de los peces.

Una posible explicación es que las bacterias entran en el torrente sanguíneo y llegan a distintos órganos, pero que la mayoría de los individuos no desarrollan una enfermedad aguda y clínica, sugirió Reed. Entonces, el sistema inmunitario de los peces con enfermedad aguda se sobrecarga debido a factores como el estrés, la inmunosupresión, otras enfermedades y/o la exposición a un elevado número de bacterias.

Aunque la gravedad de los brotes puede variar considerablemente y los diagnósticos se mantienen actualmente en un nivel bastante bajo, el hecho de que la micobacteriosis pueda ser letal para los peces significa que el aumento del número de casos sería de cierto interés para productores y veterinarios. Otros grupos de investigación también han sugerido que las condiciones climáticas pueden favorecer que la enfermedad sea más frecuente en los próximos años.

«Algunos estudios han suscitado últimamente la preocupación de que la micobacteriosis sea una enfermedad emergente, con el cambio climático como posible causa», afirmó el investigador.

En el caso de las incidencias en los RAS, aunque los sistemas pueden reciclar la mayor parte del agua y controlar su temperatura, el agua se sigue bombeando desde una fuente de entrada. Son estas fuentes las que pueden verse afectadas por el cambio climático, sugirió, por lo que si hay un mayor número de micobacterias en el agua de admisión también hay una mayor probabilidad de que entren micobacterias en el sistema.

«Puede que esté relacionado o puede que no, pero de momento no estamos seguros», comentó el científico.

Un cribado más sencillo ofrece oportunidades

Todavía no están claras las implicaciones del trabajo para los productores. Sin embargo, el hecho de que ahora se disponga de pruebas PCR para la micobacteriosis ha facilitado el cribado de la enfermedad, mientras que en el pasado la detección implicaba un proceso mucho más largo.

Un mayor número de pruebas de detección ayudaría a establecer un panorama más amplio de la prevalencia en toda Noruega, al tiempo que se necesitan más conocimientos sobre el grado de contagio de la enfermedad cuando está presente en los emplazamientos. Esta información contribuiría a mejorar el bienestar de los peces en todo el sector, añadió.

Puede leer el estudio completo en Journal of Fish Diseases.

Fotografía: Fish Health Forum 

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