El jurel (Trachurus murphyi) se distribuye desde el sur del Ecuador hasta el sur de Chile (1°38’ S – 55° S) y desde las costas del Pacífico Sur Oriental (PSO) hasta Nueva Zelandia. La Organización Regional del Pacífico Sur (OROP-PS) registra capturas desde 1970 para los 16 países (incluida la Unión Europea) que explotan el jurel en el PSO (SPRFMO SC10-Report, 2022).
Estos indican un máximo de 4.955.186 t en 1995, disminuyendo drásticamente a 353.120 t en el 2013 y que aumentarían a 928.852 t en el 2022. Los desembarques de Chile representan el 73% de las capturas registradas para el PSO entre 1970 y 2022. En Chile, el jurel es capturado por embarcaciones artesanales e industriales de cerco, representando éstas últimas cerca del 87% de los desembarques del recurso en el país en 2018-2022 (Sernapesca, 1918 – 2022).
Esta investigación fue desarrollada por el profesor titular de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Eleuterio Yáñez, el investigador en pesquerías, Antonio Aranís y el científico pesquero, Pierre Fréon.
En este trabajo se analiza la pesquería de jurel realizada en el PSO entre 1973 y 2022. Para tal efecto se considera la hipótesis de una sola unidad de stock y se toman en cuenta: la captura de todos los países que explotan el recurso en el PSO; el índice de abundancia captura por unidad de esfuerzo de pesca estándar (CPUE), deducido de los registros del Instituto de Fomento Pesquero (IFOP) de la flota industrial de cerco de la zona centro-sur de Chile; el esfuerzo de pesca estándar; y la temperatura superficial del mar (TSM) registrada por la NOAA.
En el análisis se ajustan modelos globales de producción que consideran la variabilidad ambiental, usando la versión del programa CLIMPROD 5.2 (2021). Además se consideran correcciones de las capturas chilenas de jurel que implicarían aumentos en la zona centro-sur de Chile de 79% en 1998, 95% en 1999, 63% en 2000 y 115% en 2001. Estas diferencias, que se deben confirmar, se deberían a “dificultades” para identificar el jurel en presencia de otros recursos abundantes como la sardina común (Strangomera bentincki) y la anchoveta (Engraulis ringens) en la zona centro-sur, y la caballa (Scomber japonicus) en la zona norte. Por otra parte, la CPUE ocupada en la evaluación del stock parece estar sobre estimada en más del doble en el 2020, 2021 y 2022 en la zona centro-sur de Chile, debido a una fuerte concentración del recurso cerca de la costa.
Cabe señalar que la Comisión de la OROP-PS adoptó para el 2023 una captura total permisible de 1.035.000 t (SPRFMO SC10-Report, 2022). Por otra parte, se constata que el presente análisis muestra ciertas diferencias al usar los datos de C y CPUE corregidos y sin corregir. También que el período 1983-1998 es más bien cálido con un promedio anual de 13,712 °C y capturas bastante más altas (3.318.098 t de promedio anual) que las de los seis años más recientes (entre 400.000 y 930.000 t).
En tanto que el promedio del período 1999-2014 es más frío (12,909°C) y aún más la TSM promedio anual del 2020 (12,843) 2021 (12,592 °C) y 2022 (12,764). Por otro lado, se observa una disminución de la TSM al comparar el promedio anual del período cálido de 2015-2018 (13,622°C), con el promedio anual de 2019 (13,188°C) analizan los datos de 1983 al 2019 y consideran para el pronóstico la TSM de 2019 y no la que realmente se dio en el 2020, lo que podría implicar una sobre estimación de las capturas pronosticadas.
En el presente trabajo se supone que el enfriamiento no seguirá y que las condiciones volverían a las de 1999-2014, razón por la cual la TSM promedio anual de este período es considerada en los pronósticos; aunque también consideramos la temperatura promedio de 1998-2021 (13,034°C). La de 1999-2014 fue otra de las dos TSM consideradas por Yáñez. Por otra parte, un posible aumento de la disponibilidad se podría dar por una migración del jurel hacia el sur debido a los efectos del cambio climático, tal como sucedería con el pez espada.
Recordar que este recurso implicó capturas cercanas a 5 millones de t en 1995, las que caen a 400.000 t de promedio anual en el período 2012-2017, aumentando a 725.924 t anuales en el período 2018-2022. El recurso jurel se estaría recuperando de una gran sobre explotación, cuyo costo para el ecosistema no ha sido evaluado, toda vez que junto a este recurso se capturan otras 42 especies.
Por otra parte, en el presente trabajo se consideran las fluctuaciones interanuales de las variables analizadas y se señala que sería recomendable incluir la variaciones intraanuales haciendo uso de información mensual de estás y otras variables que podrían incluirse en los análisis.
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Fotografía referencial Asipes