Cuando se trata de nadar, muchos peces prefieren juntarse con aquellos compañeros más activos y rápidos, aun cuando eso implique una amenaza para su supervivencia al buscar alimento.
Así lo plantea una investigación realizada por la Universidad de Glasgow, en el Reino Unido, la cual fue citada por El Mercurio.
Los investigadores estiman que esto se debe a que los peces se dejan llevar por aquellos que parecen más estimulantes visualmente, no solo por su apariencia o colorido, sino también por su comportamiento: al nadar más o ser más audaces, se favorece la búsqueda de alimento.