(El Mercurio) Si hay alguien que conoce la industria salmonicultora al revés y al derecho es Alf-Helge Aarskog, Chief Executive Officer (CEO) de Marine Harvest, la mayor salmonicultora en el mundo. Esta semana calificó la actual situación de la industria chilena como una «tormenta perfecta», y anteriormente había sostenido que el momento por el que atraviesa la salmonicultura local, afectada por bajos precios y altos costos de producción, es «preocupante e insostenible».
Aarskog no solo conoce la industria noruega; sino que también sabe cómo funciona esta actividad en Chile. Marine Harvest tiene importantes operaciones en el país y, por medio de un anuncio de fusión con AquaChile, estuvo a pasos de concretar la unión más importante para la industria: crear la empresa salmonicultora más grande del país, pero finalmente declinaron hacerlo.
-¿Cree que los problemas que está enfrentando la industria del salmón en Chile mejorarán en un futuro cercano?
«La situación en Chile mejorará, pero esto no ocurrirá por sí mismo. Necesitamos regulaciones más inteligentes, que aseguren que la industria opera de forma sostenible, tanto ambiental como social y económicamente. El impacto ambiental de cada localización debe ser monitoreado de cerca y controlado a través de algunos indicadores sanitarios claves como, por ejemplo, el uso de antibióticos y el número de tratamientos para combatir el piojo de mar (cáligus)».
-¿Qué tipo de cambios considera que son necesarios para reimpulsar la industria en nuestro país?
«La industria y el gobierno deben establecer estrictos objetivos sanitarios y ambientales. No debería haber ningún crecimiento hasta que se cumplan estos propósitos».
«Adicionalmente, una nueva forma de regular a la industria podría ayudar a hacer de ella más predecible, pero para esto necesitamos la ayuda de las autoridades. El cambio no es complicado, pero puede que requiera de un cambio en la ley».
-Víctor Hugo Puchi, presidente de AquaChile, dijo esta semana que la producción de la industria chilena debe reducirse en torno a las 600.000 toneladas para tener mejores perspectivas. ¿Está de acuerdo con esto?
«El número puede ser evaluado, probablemente no hay una respuesta correcta para esto, pero una reducción como la que señala Víctor Hugo Puchi va verdaderamente en la dirección correcta».
-Esta semana, usted manifestó que las autoridades locales se resisten a hacer cambios reales. ¿Por qué?
«A los políticos les gustaría hacer lo que es mejor para sus países. La industria de acuicultura puede ser buena, pero si no es sostenible desde la perspectiva económica, social o sanitaria, no se desarrollará de la forma en que las empresas, las personas o los políticos quisieran que lo haga. Por consiguiente, es crucial entender la profunda crisis en que la industria se encuentra en este momento, tomar acciones y adoptar un marco de referencia regulatorio que actualmente brinde previsibilidad para los stakeholders de cara al futuro».
-¿Es hoy la operación de Marine Harvest en Chile mala para la compañía?
«Marine Harvest Chile es la única unidad de negocio de la compañía que ha registrado pérdidas en 2015. Esto, debido a los costos desafiantes, producto de los problemas sanitarios, y a un mercado igual de desafiante, explicado principalmente por las fluctuaciones monetarias. Aún peor es que nosotros, en promedio, hemos perdido dinero en los últimos cinco años. Esto tiene que ver con que no hay límites en producción, con el rápido crecimiento que se ha traducido en malos resultados sanitarios y en mayores costos. La única forma de resolver esto es cambiando el régimen regulatorio».
-¿Qué medidas están planeando tomar para enfrentar los problemas de su operación local?
«Hemos reducido el número de empleados, la producción y sin rentabilidad. Nuevas inversiones han estado canceladas».
Termine de leer la entrevista con el CEO de Marine Harvest en la fuente original de la noticia haciendo clic aquí.