Tras sostener varias conversaciones con los vecinos de Bahía Rincones, localidad ubicada en la comuna de Puerto Octay (Región de Los Lagos), Marine Harvest anunció su decisión de poner término definitivo a sus operaciones en el lago Llanquihue a partir de septiembre próximo.
A través de un comunicado de prensa, la salmonicultora manifestó que «es importante señalar que esta acción se enmarca dentro de un acuerdo extrajudicial celebrado entre la empresa y los vecinos, que ratifica el compromiso por tener una producción sostenible en el tiempo. Además, pone de manifiesto el interés por establecer un diálogo fluido con las comunidades y la autoridad».
Sobre las razones que impulsaron este conflicto y acerca de las acusaciones imputadas durante el proceso judicial en contra de Marine Harvest, la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca) emitió un informe por medio del oficio N° 1233, del 24 de junio, descartando de plano que existen fundamentos para caducar la concesión.
Así quedó de manifiesto en el citado informe, en cuya conclusión se estipula que “la causal de caducidad del artículo 142 letra e) de la Ley General de Pesca y Acuicultura (LGPA) debe interpretarse en el sentido de requerir la comisión de tres infracciones en el plazo de dos años, las que deben corresponder a conductas que se constatan en momentos diversos. Por lo expuesto en el presente informe, es del parecer de esta Subsecretaría que no se configura la causal de caducidad del artículo 118 letra c) del artículo 142 de la LGPA”, concluye la autoridad sectorial en el documento.
Sobre el acuerdo extrajudicial, el gerente general de la productora de salmónidos de origen noruego, Roberto Riethmüller, se manifestó conforme con la medida adoptada, y explicó que esta responde a los cambios que está impulsando Marine Harvest en Chile.
“Para nosotros es importante mantener una buena relación con las comunidades donde opera nuestra empresa. Este era un conflicto que se había mantenido por largo tiempo y consideramos que era necesario sentarnos a la mesa y conversar. Estimo que hemos conseguido un acuerdo positivo, que nos permite avanzar e impulsar mejoras en torno a nuestros procesos y, al mismo tiempo, construir lazos de confianza con la toda la comunidad”, puntualizó.
De igual manera, Riethmüller adujo que para Marine Harvest «es fundamental generar una actividad industrial sostenible, bajo los más altos estándares de calidad y cumpliendo con todas las normativas sanitarias vigentes», y afirmó que “durante todo este proceso judicial, la empresa siempre actuó conforme con la ley, velando por los intereses de la industria y procediendo con transparencia y buena fe durante todo el litigio”.
En cuanto al pronunciamiento de la Subpesca, el ejecutivo valoró la decisión, «ya que con esto evitamos que se constituya una precedente negativo para toda la industria del salmón”, concluyó.