(El Mercurio) En medio del escenario de desaceleración, el clima de desconfianza y los esfuerzos públicos y privados por desterrar las malas prácticas, la demora en los pagos a las pequeñas y medianas empresas (pymes) parece enquistarse como un mal difícil de extirpar en la economía chilena.
El plazo promedio de pagos a las pymes proveedoras del país por parte de los grandes compradores, en su mayoría grandes compañías, se estancó en el segundo trimestre de 2017 en relación al primer cuarto de este año. Y, lo que es peor, registró una nueva y considerable alza frente al mismo período del año pasado (12 meses).
Según el Ranking de Pagadores, que elaboran trimestralmente la Bolsa de Productos de Chile (BPC) y la Asociación de Emprendedores de Chile (ASECh), el plazo promedio de pagos a las pymes se situó en 55 días en el segundo trimestre de este año. Esto implica una mejora marginal de un día en relación a los 56 días promedio de pago registrados en enero-marzo de este mismo ejercicio.
No obstante, el resultado marca un incremento de 11 días versus los 44 días promedio de pago anotados en el segundo trimestre del año anterior, fenómeno que ya había sido advertido por «El Mercurio» en mayo pasado y que incluso motivó un fuerte llamado de atención a sus propios pares de empresarios como Andrónico Luksic, presidente del holding Quiñenco y vicepresidente del Banco de Chile.
El plazo de pago y el Ranking de Pagadores se construyen sobre la base de la información oficial de facturas ingresadas a la custodia de la Bolsa de Productos y su posterior transacción bursátil, usada como herramienta de financiamiento. El plazo de pago se calcula sobre la diferencia entre la fecha de recepción de cada factura y la fecha real de pago, y se obtiene a partir del promedio aritmético de todas las transacciones que fueron pagadas durante los meses de cada trimestre.
«Esto no puede seguir»
La presidenta de la ASECh, Alejandra Mustakis, dijo que «esto afecta considerablemente el flujo de caja de cualquier emprendedor o empresario pequeño».
Agregó que «no podemos permitir que a los más pequeños, que generan aproximadamente el 70% del empleo en Chile, tengan estas condiciones». «Estos retrasos no pueden seguir; afectan su capacidad de empleo y sus condiciones de trabajo, de financiamiento, de crecimiento y de reinversión en sus propios negocios», subrayó.
A su vez, el gerente general de la Bolsa de Productos, Christopher Bosler, comentó que esta nueva medición «viene a ratificar que el plazo de pago a pymes se encuentra por arriba del promedio registrado en 2016», que fue de 44,5 días.
Explicó que la mayoría de las «malas prácticas», como Bosler las denominó, se concentran en tres situaciones: la extensión arbitraria en el plazo de pago por arriba de lo acordado con el proveedor; eventuales descuentos en el pago de las facturas -práctica recurrente en el sector comercio-; y errores en el beneficiario del pago. Por ejemplo, pagos a nombre del cedente y no a nombre del cesionario o dueño de la factura.
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