A medida que se introducen nuevas tecnologías y sistemas automatizados, es fundamental que los trabajadores estén familiarizados con su funcionamiento, mantenimiento y resolución de problemas.
Al respecto, la doctora en Acuicultura y gerente de Desarrollo de Master Quality S.A., Dra. Pamela Cañas Alemparte, afirma que la inteligencia artificial (IA), se ha desarrollado en forma muy rápida, en las últimas décadas, siendo incorporada en muchas áreas como, por ejemplo, en la ingeniería espacial, medicina y múltiples áreas productiva, como la acuicultura.
“En la acuicultura chilena, se ha posicionado con mucho entusiasmo en puntos muy definidos dentro del área productiva, como en las plantas de proceso de salmónidos, incorporándose en conteo de peces, calibrados, porcionadoras, entre otras, constituyéndose en herramientas muy valoradas dentro del proceso, aunque aún no puede satisfacer el proceso de punta a punta”, enfatiza.
Añade que siendo uno de los puntos importantes a considerar el que los salmónidos, aunque vengan de un mismo centro y de una misma cepa genética, al ser cultivos de peces vivos con conductas jerárquicas, se producen en un cardumen individuos de diferentes tamaños y pesos, que es el que ingresa al acopio y luego a la planta de proceso para su sacrificio y elaboración de un determinado producto final. La intervención del ser humano, en diferentes puntos de la línea de la planta de proceso, es lo que aun permite equilibrar esta diferencial espontanea de naturaleza en un producto final homogéneo, para ser valorado en el mercado.
“A medida que avance la robótica en los diferentes puntos del proceso productivo de una planta, va a ser de vital importancia tener profesionales especializados no solo en la operación de la robótica, sino principalmente que manejen tanto la fisiología de los peces, como en paralelo sean capaces de trabajar el medio ambiente acuático en el cual se lleva a cabo toda la cosecha. Desde el acopio al sacrificio final de los peces, proporcionando bienestar animal a los salmónidos”, remarca.
Tecnología e inocuidad
El director de Ventas de Marel, Iago Torres, destaca que los avances de la empresa en tecnologías para plantas de procesamiento han sido desarrollados con un enfoque integral. “Nuestro enfoque se extiende más allá del mero equipamiento para el procesamiento, ya que nuestro objetivo es cerrar las brechas en toda la cadena de valor del procesamiento de pescados. Nuestras soluciones abarcan hardware, software y servicios, diseñados para abordar las diversas necesidades de la industria”, agrega.
La firma, con más de 40 años de experiencia, ofrece soluciones, servicios y software para las industrias de procesamiento de aves, carnes, pescados, alimentos para mascotas, alimentos acuícolas y proteínas vegetales. Sus objetivos principales giran en torno a aumentar la eficiencia de producción, promover la sostenibilidad y mejorar la flexibilidad, todo manteniendo estándares estrictos de calidad del producto, trazabilidad y asequibilidad.
“Al priorizar la innovación y adoptar una mentalidad centrada en el cliente, transformamos activamente los desafíos de la industria en oportunidades accionables para nuestros consumidores”, añade Iago Torres.
A la vanguardia
Del mismo modo, en Multivac, afirman que es claro que durante los últimos diez años los avances tecnológicos se han concentrado en la automatización del proceso de envasado.
“Sin embargo, hoy en día el foco es la digitalización de los procesos productivos, entendida como parte de la revolución industrial 4.0. Hay muchas oportunidades de mejorar la gestión productiva con el análisis de datos que nuestros sistemas de envasado son capaces de entregar”.
Multivac, desde hace más de 60 años, es uno de los fabricantes globales de envasadoras. Con sede central en Wolfertschwenden (Alemania), la empresa destaca que “la automatización de los equipos Multivac abarca desde el proceso aguas arriba del envasado, es decir cuenta con sistemas de carga automáticos de filetes y/o porciones a la envasadora hasta el proceso aguas abajo, o sea la inspección y embalaje final en cualquiera de sus formas (encajado granel, estuches individuales, envases doypack etcétera) pasando por el correcto marcaje y la identificación de los productos embalados”.
Lea el artículo completo en la edición 281 de AQUA.
Fotografía: Archivo B2B Media Group.