Una investigación recientemente publicada en Journal Fishes descubrió que la harina de krill en la dieta del salmón Atlántico cultivado no tiene beneficio cuando se utiliza junto con otras proteínas animales como la harina de ave.
En el estudio liderado por el fundador de Aquatic Feed Technologies, Rick Barrows, se realizó un ensayo de alimentación durante 90 días con post-smolt y se determinó que la harina de krill no tenía ningún efecto sobre la tasa de crecimiento o la ingesta de alimento del salmón en alimentos acuícolas de origen animal, lo que significa que la harina de krill no tiene potencialmente ningún beneficio cuando hay proteínas de origen avícola.
“Durante 90 días, los salmones se alimentaron libremente a través de comederos automáticos. El día 45, para evitar que la densidad afectara el crecimiento durante el resto del estudio, se redujo la densidad de peces a 45 por tanque mediante la eliminación aleatoria de 15 individuos. La temperatura del agua, la saturación de oxígeno, el pH y la salinidad se mantuvieron constantes a lo largo del experimento en 11.8 °C, 103.5%, 7.38 y 32.0 g L−1, respectivamente”, detallaron los científicos en la investigación.
“A los 45 y 90 días, los salmones alimentados con la dieta vegetal sin harina de krill (KM) pesaban menos (p < 0,05) que todos los demás grupos. Sin embargo, los alimentados con una dieta vegetal con KM tuvieron un crecimiento y consumo de alimento similar al del grupo control (alimentado con la dieta tradicional con harina y aceite de pescado)”, especificaron los investigadores.
Añadieron que “independientemente de la presencia de harina de krill (KM), las dietas basadas en fuentes animales lograron un crecimiento en peso comparable (p > 0,05) al del grupo control y al grupo vegetal con 5% de KM. Sin embargo, la harina de krill aumentó el consumo de alimento en las dietas animales (p < 0,05)”.
Sostuvieron que “entre el día 45 y el 90, la tasa de conversión alimenticia (relación entre alimento consumido y peso ganado) aumentó en todos los grupos excepto en el control y en el grupo vegetal sin harina de krill (0% KM). Por otro lado, la tasa de crecimiento específica (SGR, indicador de la velocidad de crecimiento) disminuyó en todos los grupos excepto en el de la dieta vegetal sin harina de krill (0% KM)”.
También se observaron diferencias entre grupos (p < 0,05) en el coeficiente de crecimiento térmico, que indica cómo el salmón aprovecha la temperatura del agua para crecer. No se registraron diferencias en el peso de las vísceras ni del intestino, y los niveles de lípidos en todo el cuerpo fueron idénticos y proporcionales para todos los grupos.
“Aunque se observaron diferencias (p < 0,05) en la concentración de ácidos grasos individuales en los filetes entre los grupos, una porción de 75 g de cualquiera de los tratamientos sería suficiente para exceder las recomendaciones diarias de consumo de EPA + DHA”, afirmaron.
El análisis concluyó que la adición de harina de krill a las dietas vegetales tuvo un efecto positivo en el consumo de alimento y el crecimiento de los salmones. Sin embargo, no se observaron mejoras significativas cuando la harina de krill se agregó a las dietas basadas en fuentes animales.
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Fotografía referencial archivo B2B Media Group