El próximo martes 14 de enero, en el auditorio de Aquagestión, ubicado en Ruta 5 Sur km 1008, Puerto Varas, región de Los Lagos, se realizará el «Seminario sobre Herramientas de Evaluación y Medición del Impacto de la Capacitación», en donde se conocerán técnicas para las capacitaciones.
En las organizaciones modernas las mediciones de desempeño son obligatorias. Por esto, en las áreas comerciales, productivas y operativas se mide todo lo que puede y debe medirse: rentabilidad, ingresos por ventas, costos, eficiencia, rendimiento de activos, velocidad de respuesta, calidad de servicio, satisfacción del cliente y un largo etcétera. Cada área de negocios debe demostrar, mediante indicadores basados en evidencia verificable, que contribuye activamente a los resultados finales perseguidos por la organización como un todo.
Por lo mismo, es cada vez más frecuente que también se pida a las áreas de apoyo o staff (Marketing, Finanzas, Administración, Recursos Humanos, entre otras) que presenten informes de gestión, los cuales deberían contener índices asociados al desempeño de dichas áreas. Hacerlo es en sí mismo un logro, pero, ¿cuáles son los indicadores que suelen contener estos informes? Por lo general son recuentos de actividades realizadas y cifras asociadas a estos. Por ejemplo, un típico informe de gestión de la capacitación laboral en una empresa mostraría la cantidad de cursos efectuados, número de personas que los aprobaron, horas hombres totales y por área temática, costos asociados a dichas acciones, etcétera. No obstante, las preguntas clave siguen sin respuesta: ¿Cuál fue el impacto de la capacitación sobre el desempeño de los participantes? ¿En cuánto contribuyó la capacitación a la última línea? ¿Cuál fue la rentabilidad de las acciones formativas?
Frente a esta necesidad cada vez mayor de mostrar resultados, particularmente en el ámbito de la capacitación laboral, surgen dos inquietudes clave: ¿Se puede medir el impacto de la capacitación? y ¿cómo se puede medir?
Donald Kirkpatrick, profesor de la Universidad de Wisconsin, Estados Unidos, desarrolló un modelo de evaluación de acciones formativas donde plantea una metodología de análisis del impacto de la capacitación en cuatro niveles: reacción, aprendizaje, transferencia y resultados, con indicaciones precisas para su aplicación práctica en las organizaciones.
El modelo de Kirkpatrick tiene una ventaja adicional: entrega los lineamientos fundamentales para diseñar, contratar y ejecutar actividades de capacitación efectivas, cuyos resultados puedan ser verificados objetivamente. ¿Qué más podrían pedir quienes gestionan la capacitación laboral en las organizaciones?
«Estamos muy contentos de poder realizar este seminario que irá en apoyo directo de la gestión de las áreas de 
Personas y Desarrollo Organizacional, para esto hemos apostado por el reconocido experto y autor de libros sobre capacitación efectiva el ingeniero y magister Rodrigo Ríos (en la foto de la derecha), quien tiene una vasta trayectoria y experiencia en áreas de capacitación en grandes empresas del país, así como relator y asesor de empresas en estas áreas. Pueden conocer más de él en su página www.capacitacionefectiva.cl. Este programa se enmarca dentro de las actividades que realizaremos en enero del 2020, les invitamos a no perderse este seminario y el taller de presentaciones efectivas que realizaremos al día siguiente, también con Rodrigo», expresó el jefe del Area de Capacitación de Aquagestión, Patricio Moreno.
Los cupos son limitados para reservas, inscripciones y consultas contactarse con Susana Cárcamo, al correo susana.carcamo@abbott.com y al teléfono (+56-9) 7431 0567 o con Patricio Moreno, al correo carlos.p.moreno@abbott.com y al teléfono (+56-9) 9249 4309.
*La foto destacada es de contexto y corresponde a archivo de Salmones Austral.