Dada su vocación marina, la industria pesquera ha mirado con mucha atención el proceso de demanda marítima boliviana, así como la situación ocurrida con Perú que derivó en la entrega de una porción del mar nacional al país vecino.
En entrevista con Pulso, el presidente de la Sociedad Nacional de Pesca (Sonapesca), Francisco Orrego, planteó que Chile ha realizado un positivo trabajo y que mantienen su optimismo.
¿Cuál es su reacción frente al fallo de La Haya?
Lo primero necesario resaltar es que se trata de una resolución sobre un aspecto procesal que no guarda relación sobre el tema de fondo. Es explicable el uso publicitario del gobierno de Bolivia, pero esta resolución sobre la competencia de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) no mueve un milímetro los límites terrestres ni marítimos de nuestro país. Otro aspecto destacable es la amplia unidad del país frente a esta situación, solo empañada por pequeños grupos marginales y poco representativos. Lo que corresponde es apoyar la conducción del gobierno y el manejo equilibrado y sólido de nuestros agentes y representantes ante la Corte.
¿Esperaban que fuera tan contundente?
Se trata de una materia de carácter procesal, por lo tanto, insistimos que ella no tiene incidencia alguna sobre la pretensión boliviana de fondo.
¿Debiera haber un cambio de estrategia?
Nos parece que la estrategia judicial seguida hasta ahora por el Estado de Chile, sus agentes y el equipo de abogados ha sido la adecuada para cautelar los intereses del país. Luego de este fallo, la reclamación boliviana ha quedado seriamente limitada. Pero el juicio de verdad comienza ahora y lo que corresponde ahora es seguir unidos en torno a la defensa de la soberanía nacional. El sector pesquero no tiene dudas que Chile sabrá defender su soberanía.
¿Cuáles serían los efectos para su sector si se falla en el fondo a favor de Bolivia?
Preferimos no ponernos en ese escenario. Somos optimistas. El propio Presidente Evo Morales declaró esta mañana (ayer) que su petición estaba absolutamente acotada a una salida al mar, por lo que el sector pesquero confía plenamente en que nuestro país no admitirá bajo ninguna circunstancia la afectación de los derechos económicos y estratégicos del país. Cualquier otro escenario es inimaginable.